El volcán ecuatoriano Tungurahua está haciendo amagos de erupción desde 1999 y este jueves incrementó su actividad sísmica, así como las explosiones que podían ser escuchadas en poblaciones aledañas, donde rige una alerta naranja ante el peligro de que desciendan grandes flujos de lava.

El servicio geológico explicó que durante dos horas se registraron explosiones aproximadamente cada cinco minutos, las cuales derivaron en fuertes cañonazos y la expulsión de material incandescente en forma de bloques y fuentes de lava, que descendieron por una quebrada.

Ante el proceso eruptivo del volcán, de 5.029 metros de altura, las autoridades mantienen la alarma naranja desde el domingo.

El miércoles por la noche el Instituto Geofísico indicó que el escenario más probable es que exista un volumen relativamente grande de magma, que está ascendiendo lentamente hacia el cráter.

Tungurahua significa “garganta de fuego” en su lengua nativa y su actividad alcanzó la cúspide en 2006, dejando seis personas muertas en una aldea de la provincia de Chimborazo, que fue arrasada por el brusco descenso de material incandescente.