Los ciudadanos de Corea del Sur eligieron el miércoles como jefe de Estado a una mujer, por primera en la historia de este país, según las cadenas de televisión que anunciaron una victoria “segura” de la candidata del partido conservador, Park Geun-Hye.

Park, de 60 años, hija de Park Chung-Hee, un dictador que estuvo en el poder durante 18 años hasta su asesinato en 1979, obtendrá con “seguridad” la victoria tras escrutarse 40% de los sufragios, indicaron las tres cadenas de televisión, KBS, SBS y MCB.

Un sondeo realizado conjuntamente por las tres redes de televisión tras el cierre de los colegios electorales a las 06:00 horas de Chile había otorgado 50,1% de los votos a Park y 48,9% a su adversario de centroizquierda, Moon Jae-In.

Los simpatizantes acogieron con gritos de alegría el anuncio en el cuartel general del Partido de la Nueva Frontera (PNF, conservador, en el poder), pero ninguno de los dos candidatos reivindicó aún la victoria o reconoció la derrota.

Los colegios electorales habían abierto el miércoles a las 06:00 (18:00 horas del martes en Chile) y cerraron 12 horas después. La jornada electoral fue declarada día festivo para que pudieran acudir a las urnas los 40,5 millones de electores inscritos en este país, cuarta potencia económica de Asia.

Los sondeos previos al escrutinio ya anunciaban un lucha reñida entre los dos candidatos, Park, del PNF, y Moon, del Partido Demócrata Unido (DUP, centro-izquierda, principal partido de oposición).

“Exhorto a los electores a desafiar el frío y a votar para abrir una nueva era en este país”, declaró Park tras votar en un colegio electoral de Seúl, donde la temperatura era de -10º centígrados.

De 60 años de edad, Heun-Hye es la hija de Park Chung-Hee, artesano de la industrialización a marcha forzada hasta que fue asesinado en 1979. La propia madre de Heun-Hye murió a balazos en 1970 durante un ataque de un militante favorable a Corea del Norte contra Chung-Hee.

Por su lado, Moon Jae-In, de 59 años, es una de las figuras de oposición de aquellos años negros, y un adversario notorio de los militares, que fue encarcelado en los años 1970 por su compromiso con la democracia.

“De estas elecciones dependen nuestros medios de existencia, la democratización de la economía, la seguridad social y la paz en la península coreana”, aseguró Moon al votar en la ciudad meridional de Busan.

Ambos intentaron atraer a las clases medias y populares y prometieron luchar contra las crecientes desigualdades en la cuarta economía asiática.

Corea del Norte no ha sido siquiera un tema de campaña electoral, pese a que Pyongyang efectuó el lanzamiento de un cohete la semana pasada, coincidiendo con el primer aniversario de la muerte del que fuera líder del régimen comunista, Kim Jong-Il.

Park y Moon expresaron su deseo común de impulsar las relaciones entre las dos Coreas, aunque Park es más reservada al respecto porque los conservadores abogan desde hace mucho tiempo por una línea intransigente frente a Pyongyang.

Moon es favorable a reanudar la ayuda sin condiciones a Corea del Norte y pidió una cumbre con el dirigente de este país, Kim Jong-Un, hijo de Kim Jong-Il.