El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó este miércoles a la conclusión de un acuerdo sobre la reducción del déficit fiscal antes de Navidad, con el fin de evitar una eventual recesión.
“Nuestra meta final es un acuerdo que permita controlar nuestro déficit a largo plazo y de manera equilibrada”, declaró el presidente en la Casa Blanca.
“Pienso que los dos partidos pueden acordar un marco en las próximas semanas. De hecho, espero lograrlo antes de Navidad”, señaló.
“Quiero que todo el mundo comprenda que este debate no es de cifras. Se trata de un conjunto de decisiones mayores que afectarán a millones de familias de todo el país y de manera importante”, insistió.
En caso de no llegarse a un pacto, los estadounidenses sufrirán a partir del 2 de enero un alza significativa y automática de sus impuestos, consecuencia de una ley votada en 2010 para forzar una reducción del déficit fiscal, que este año alcanzó un 7% del Producto Interno Bruto.
El único medio de anular este aumento es a través de una nueva ley.
Demócratas y republicanos están obligados así a encontrar un acuerdo. Los primeros exigen que los impuestos aumenten para el 2% de los estadounidenses más ricos,que ganan más de 200.000 dólares al año en el caso de una pareja o de 100.000 en caso de una persona sola.
Hasta ahora los republicanos habían rechazado esa propuesta, pero algunos congresistas han dado signos de una modificación de su postura.
A cambio de un alza de los impuestos, el campo republicano reclama una reforma de los programas sociales, por ejemplo una postergación de la edad de jubilación.
El jueves, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, designado como negociador por el presidente Obama, irá al Congreso para continuar las discusiones.