Jugando a un altísimo nivel, el español David Ferrer aplastó en tres sets, por 6-2, 6-3 y 7-5, al checo Tomas Berdych, este domingo en el 02 Arena de Praga en el cuarto partido (tercer single) de la final de la Copa Davis de tenis, y puso el empate a dos en el marcador global.

Con este resultado, el último y quinto encuentro, que jugaban a continuación Nicolás Almagro (N.11) y Radek Stepanek (N.37) será decisivo, el que gane decidirá al campeón, por lo que se prevé reñidísimo.

Las estadísticas favorecen al primero, dado que desde 1912 un tenista mayor de 30 años no gana el quinto partido en la competición, y mientras el murciano tiene 27, el local ya casi 34.

Ferrer logró hacer el break a su vencido en cinco ocasiones contra una sola de éste, a lo largo de las 2 horas y 25 minutos que duró el duelo.

El ‘Pitbull’ alicantino, de 30 años, entró como una ráfaga en la cancha: se llevó el primer game blanco e hizo el break a su rival en el siguiente (2-0). Después sufrió para mantener su servicio en el séptimo, pero levantó un par de bolas de quiebre para ponerse 5-2 y sí lograr hacerlo él al checo en el juego siguiente, para llevarse la manga por 6-2 en 45 minutos de juego.

Ferrer (N.5 de la ATP) no quería darle la menor chance a su alto rival (1,96m) de meterse en el partido, por lo que le quebró el saque nuevamente en el segundo game de la tercera manga (2-0) y seguir a 3-0 con su servicio y un juego blanco.

En el banco destacaba la gran sonrisa del capitán español, Alex Corretja, y en la tribuna una ruidosa pero correcta hinchada de la Roja.

Continuaba el segundo set y Berdych, de 27 años y N.6 mundial, comenzaba a dar muestras de inquietud con gestos y golpeando su raqueta contra el suelo más de una vez.

Probablemente, el esfuerzo realizado en el singles del viernes a cinco sets que le ganó por muy poco a Almagro, y el dobles sabatino, que obtuvo junto a Stepanek ante Marcel Granollers y Marc López en cuatro, tras 3 horas y 19 muntos de juego, le estaba pasando factura.

Esto no quita que el español estaba implacable y era pura determinación, pegándole a la bola con potencia pero con diversos recursos y variantes. Ferrer acabó el partido con 38 golpes ganadores, por solo 30 de su adversario. De esta manera, el alicantino cerró el segundo set con 6-3 tras 47 minutos.

La tercera manga continuó en la misma tónica, Ferrer lograba su cuarto quiebre en el partido en el tercer game para ponerse 2-1 arriba, gracias a una gran devolución con un drive cruzado ante el que Berdych se quedó paralizado.

A pesar de las instrucciones de su preocupado capitán, Jaroslav Navratil, y su reacción en el octavo juego, en que hizo su primer break (4-4), el jugador de Valasske Mezirici no lograba controlar las acciones, y así no extrañó que en con su tercera bola de quiebre el de Jávea se pusiera 6-5 arriba, y con su saque cerrar 7-5 tras 2 horas y 25 minutos de intercambios ganó con su primera bola de partido.

Una de las claves del partido fue que Berdych cometió muchos más errores que su rival, un total de 64 (35 forzados y 29 no forzados), por sólo 47 del español (16 y 31).

Ferrer, además, se mostró mucho más eficaz en la red, ganando 13 de sus 14 subidas (93%), mientras que Berdych apenas ganó el 40% de sus golpes en la red (8 de 20).

Con esta victoria, el español puso su mano a mano con el checo 6-3 a su favor.