Miles de estudiantes salieron a manifestar este miércoles en toda Italia contra las políticas de austeridad en el marco de la jornada de lucha en Europa contra los ajustes económicos, caracterizada por enfrentamientos en Turín y Milán.
Varios policías resultaron heridos en esas dos ciudades del norte de la península tras los altercados entre fuerzas de seguridad y manifestantes pertenecientes al sindicato autónomo, de extrema izquierda, los cuales intentaron ocupar sedes institucionales de Turín, lo que fue impedido por la policía, que cargó contra la marcha y lanzó gases lacrimógenos.
La tensión reina en numerosas ciudades del norte de la península, entre ellas Brescia, Padua y Trieste.
En Roma se están registrando incidentes con las fuerzas del orden después de que de los manifestantes, cerca de un centenar, intentaran llegar hasta Palazzo Chigi, sede del gobierno italiano.
Los estudiantes, que protestan contra los recortes al sector de educación, han lanzado piedras contra los piquetes de policías que impiden el paso.
“Somos la Europa que se rebela, no debemos nada a nadie”, rezaba la pancarta gigante que abrió en la mañana la marcha de los estudiantes universitarios que desfilaron por el casco histórico de la capital italiana, prácticamente bloqueada por cuatro cortejos diferentes.
El mayor sindicato del país, CGIL, convocó una huelga general de cuatro horas y manifestaciones descentralizadas a lo largo del país, a la que se espera un seguimiento masivo.
“Con la austeridad se asfixia el trabajo y se empobrece el país”, advirtió Susanna Camusso, líder del sindicato, quien encabezó la marcha organizada en la pequeña localidad de Terni, sede de la mayor acería de la península y “emblema de la incertidumbre que viven los centros de producción de Italia”, dijo.
Europa vive la primera jornada transnacional de lucha marcada por una huelga general en España y Portugal, dos de los países más frágiles de la región.
“En nombre de la austeridad atacan el derecho a la educación y al trabajo”, declaró a la AFP el profesor Francesco Locantore, 38 años, quien se sumó a la huelga general.
“Estoy aquí para pedir un aumento de las pensiones, con 650 euros al mes y los impuestos que tengo que pagar, me quedan sólo 400 euros para vivir”, se quejó uno de los pensionados que desfilaba en Roma.
“Pedimos el cambio de la política económica y que se fomente la solidaridad”, pidió el secretario de la Cámara del Trabajo de Milán, Onorio Rosati.
En Venecia y Nápoles las estaciones del tren han sido cerradas y han sido reforzadas las sedes de bancos y seguros ante posibles ataques.
“La Unión Europea es la dictadura de los bancos y de los monopolios”, protestaban los manifestantes.
La huelga, a la que no se sumaron los otros dos grandes sindicatos, no afecta el sector ferroviario y fue anulada en las regiones afectadas por las fuertes lluvias e inundaciones, entre ellas Toscana.