Un lapidario informe para América Latina emitió esta semana la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO), organismo dependiente de la ONU, tras considerar que los vuelos en la región se han vuelto crecientemente peligrosos debido a la falta de preocupación por la seguridad.

El reporte es concluyente: el año pasado uno de cada 250 mil vuelos comerciales en Centro y Sudamérica sufrieron un accidente lo suficientemente grave como para tener que desechar la máquina, es decir, el doble que el promedio mundial y 4 veces más que el promedio de Norteamérica.

Aún peor, el informe establece que durante 2011 se registraron 15 caídas de aeronaves comerciales, tres accidentes más que en 2010 y cinco más que en 2009, dando cuenta de una tendencia preocupante que, de hecho, pone a los cielos de Latinoamérica sólo debajo de África y los países de la ex Unión Soviética en niveles de inseguridad.

“El nivel de fiscalización (de los países latinoamericanos) varía mucho de país en país, con algunos que realmente no están haciendo bien su trabajo”, indicó Jim Hall, un ex directivo de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de los Estados Unidos, abocada a investigar estos accidentes.

En tanto, para el profesor de seguridad aeronáutica de la Universidad de California del Sur, Michael Barr, el problema tiene su origen en que muchos empresarios se niegan a realizar las inversiones apropiadas.

“Muchas aerolíneas latinoamericanas no ven la seguridad como una inversión: la ven como un costo extra”, aseveró Barr al Wall Street Journal.

Tasa de Accidentes por Región y Año | Wall Street Journal

Tasa de Accidentes por Región y Año | Wall Street Journal

Los principales riesgos en América Latina

Según especifica el informe, existen un número de riesgos especialmente importantes cuando se trata de empresas de Latinoamérica. Entre ellos:

- Aviones que se deslizan por pistas de aterrizaje mojadas.
- Errores en el manejo del piloto automático que llevan a perder el control de una aeronave.
- El riesgo de que el avión se estrelle contra terrenos montañosos.
- Falta de entrenamiento de la tripulación para comunicarse con los controladores aéreos.
- Falta de diálogo con otras asociaciones para la investigación de accidentes.

Sólo la semana pasada, un Airbus A321 de TACA con más de 150 personas a bordo sufrió un grave accidente cuando algunos de sus neumáticos reventaron mientras trataba de aterrizar en una pista mojada en San José de Costa Rica, quedando atravesado en la pista. Por fortuna, ninguno de los ocupantes resultó herido.

“La seguridad debe ser la prioridad número 1″

Pese al oscuro panorama, ya hay cambios en marcha que parecen estar dando frutos. Tras encender las luces de alarma y pedir correcciones, 2012 se ve más auspicioso, con un 2012 que ha visto una cantidad de incidentes mucho menor que los años anteriores, dejándola en mejor posición que el promedio mundial.

“Sí, aún hay accidentes pero definitivamente estamos teniendo mejoras. La Organización de Aviación Civil Internacional reunió a los directivos de las líneas aéreas locales y les dijimos que debían hacer de la seguridad su prioridad número 1. Y lo están haciendo”, aseguró la directora regional del organismo, Loretta Martin.

Pero aún es pronto para alegrarse. Cuando se trata de estándares en la seguridad de aviación, los índices se obtienen según datos por décadas, por lo que la tendencia registrada en los años anteriores sigue siendo muy negativa, sobre todo si se considera que el aumento que se prevé en el tráfico aéreo podría multiplicar los problemas.

De hecho, durante la última reunión realizada en Santiago, el director de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), Tony Tyler, advirtió que los viajes comerciales en Latinoamérica significan menos del 10% del tráfico global, pero que aún así capitalizan el 27% de todos los accidentes graves a nivel mundial.

“Si el tráfico aéreo en América Latina sigue creciendo, estaríamos viendo en los periódicos un accidente grave cada 8 semanas, y eso no es aceptable”, concluyó.