El Congreso de Brasil aprobó el martes modificaciones al polémico Código Forestal, que apunta abproteger a los bosques ante el avance de la agricultura, y envió el nuevo proyecto a la presidenta Dilma Rousseff para su sanción o veto.
El proyecto aprobado contiene 700 cambios a un texto provisional más rígido redactado por el Ejecutivo para cubrir los vacíos que dejó el veto presidencial parciap al primer Código, aprobado en abril. Los parlamentarios aseguran que respetaron el grueso de las reglas vetadas en mayo por Rousseff y esperan su visto bueno.
La mandataria “puede sancionar la ley y al mismo tiempo hacer algunos reparos, algunos pequeños pero significativos ajustes”, dijo el senador Jorge Vianna, del gubernamental Partido de los Trabajadores (PT).
Los senadores dieron el visto bueno al texto aprobado la semana pasada por la Cámara de Diputados, liderada por la llamada bancada agraria, que reúne a los legisladores ligados a los sectores ruralistas y que realizó todas las modificaciones.
Las principales diferencias radican en la reducción del ancho de las líneas de forestación en el margen de los ríos exigidas a los productores medianos, que pasó de 20 a 15 metros, y en la reforestación mínima en los ríos exigida a los grandes productores, que cayó de 30 a 20 metros.
Otro punto de discordia es la flexibilización de las áreas de preservación permanentes (APP) y de las reservas forestales.
Estos cambios causarían un “impacto no recomendable” en el medio ambiente, según el senador Eduardo Braga, del PMDB, el principal aliado del PT en la coalición de gobierno.
“No hubo acuerdo (entre partidos) para que la presidenta no vete”, dijo Braga.
La mandataria tiene 15 días para pronunciarse sobre el proyecto, contados a partir del momento en que reciba el texto.
“El nuevo código no es el de mis sueños, pero es un código realista”, comentó el senador Vianna, según el cual la ley no permite ningún tipo de deforestación. Las “divergencias están en la recomposición de aquello que fue desforestado ilegalmente”.
“La ley votada ahora es tan rígida como antes, sigue siendo una referencia para el mundo”, aseguró el legislador.