La presidencia uruguaya anunció el jueves que identificaron al chileno Luis Vega Ceballos, cuyos restos fueron hallados en Uruguay semanas después de su desaparición en Buenos Aires en 1976, en el marco de las dictaduras que gobernaban a ambos márgenes del Río de la Plata.

“Queríamos comunicarles la identificación de los restos óseos que obraban en este país, que estaban en este país desde hace mucho tiempo, desde el año 1976, de un ciudadano de nacionalidad chilena que se llama Luis Guillermo Vega Ceballos”, dijo Graciela Jorge, coordinadora de la Secretaría de Derechos Humanos de Presidencia, en conferencia de prensa.

Vega Ceballos “vivía en Buenos Aires, había sido secuestrado en Buenos Aires junto a su esposa que estaba embarazada, militante en lo que era el PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores) de Argentina y apareció en las costas de Uruguay, en las costas de Rocha en el este del país, junto a otros cadáveres”, añadió.

El proceso de identificación comenzó con una investigación en el 2000 y fue una tarea coordinada con el equipo de antropología forense argentino.

“De alguna manera vamos cerrando un pequeño capítulo, quedan muchos más”, añadió la funcionaria que estuvo acompañada del secretario de la Presidencia uruguaya, Alberto Breccia.

De ocho restos de humanos hallados junto a los de Vega, que estaban guardados en Uruguay y fueron trasladados a Buenos Aires, se identificaron a dos ciudadanos argentinos: Horacio Abeledo y Roque Montenegro.

En los últimos años se identificaron en Uruguay cuatro desaparecidos durante la dictadura hallados enterrados en predios militares: los militantes comunistas Ubagesner Chávez Sosa y Fernando Miranda (identificados en 2006), Julio Castro (encontrado en 2011) y Ricardo Alfonso Blanco Valiente (2012).

En marzo, el Estado uruguayo asumió en un acto formal liderado por el presidente, José Mujica, la responsabilidad por los crímenes cometidos durante la dictadura, en cumplimiento con un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en una sentencia por el llamado “caso Gelman”.

El régimen militar uruguayo dejó como saldo a más de 200 desaparecidos, la mayoría en la vecina argentina en el marco del Plan Cóndor, una red de coordinación entre las dictaduras del Cono Sur en los años 70.