El presidente de Estados Unidos Barack Obama estimó este lunes que la eurozona no se desmoronará bajo el peso de la crisis de la deuda, pero advirtió que aún restan tomar “medidas decisivas” en el Viejo Continente para hacer frente a esa amenaza.

Obama, quien habló en la noche en Nueva York durante una reunión de donantes del Partido Demócrata para su campaña de reelección, destacó que la situación económica en Estados Unidos aún es precaria, y advirtió sobre la posibilidad de enfrentar “viento en contra en los próximos meses”.

“Europa está aún en problemas, y mucha gente en esta sala que mantiene negocios en Europa lo entiende”, señaló Obama frente a un auditorio de decenas de personas, entre las cuales había responsables de firmas que operan en Wall Street.

“En definitiva, no pienso que los europeos dejen que el euro se desmorone. Pero es necesario que adopten medidas decisivas. Pasé mucho tiempo trabajando con ellos, y (el secretario del Tesoro) Tim Geithner pasó bastante tiempo trabajando con ellos, para hacerles saber que cuanto más rápido adopten medidas decisivas, más rápido estaremos en mejor posición”, añadió.

Obama explicó de inmediato lo que entendía por “medidas decisivas”, recordando el plan de relanzamiento económico de alrededor de 800.000 millones de dólares que su gobierno adoptó en la primavera boreal de 2009.

“Pese a su impopularidad, (ese plan) nos muestra lo que hemos evitado, esa herida por la cual la sangre continúa filtrándose de manera crónica, y que ha sido un enorme problema no solamente para Europa actualmente, sino para la economía mundial en su conjunto”, destacó el presidente.

Obama, candidato a un segundo mandato de cuatro años en los comicios del 6 de noviembre, se resiente en los sondeos debido al pesimismo de sus compatriotas sobre los temas económicos. La tasa de desempleo, de 8,2%, permanece tres puntos por encima que antes de la crisis de 2008 y la Casa Blanca no espera que se reduzca al 7,9% sino de aquí a fin del año.