El alcalde de Puerto Montt, Rabindranath Quinteros, indicó que la tarea de fiscalizar a los vendedores ambulantes que comercializan alimentos tampoco le corresponde al municipio. Esto luego que la autoridad sanitaria aclarara que no es tarea de los inspectores de la Seremi de Salud realizar esta labor.

Estas declaraciones fueron hechas luego que el pasado fin de semana se realizara un operativo sanitario en el tradicional Mercado Angelmó, para fiscalizar los productos cárneos que las lanchas trasladan hasta el lugar desde islas cercanas a la bahía.

Al respecto, la encargada de Salud Ambiental de la Seremí de Salud de Los Lagos, Marcela Cárdenas, indicó que es competencia de la autoridad sanitaria fiscalizar las condiciones con las cuales son comercializados los productos alimenticios en mercados, supermercados y ferias, quedando fuera de sus atribuciones fiscalizar la elaboración de productos que son vendidos por ambulantes.

Consultado el jefe comunal puertomontino sobre este último punto, Quinteros manifestó que tampoco es tarea de los inspectores municipales realizar esta labor, por la simple razón que el municipio no otorga permisos a vendedores ambulantes para que comercialicen alimentos.

Junto con esto, el alcalde también se refirió a lo sucedido la mañana del sábado en el tradicional mercado del Barrio Angelmó, cuando los feriantes amedrentaron a los inspectores sanitarios que, a la postre, no pudieron concretar el decomiso de una importante cantidad de carne de vacuno encontrada sin la documentación exigida sobre tres lanchas por falta de garantías.

En este sentido, Quinteros señaló que la venta de productos carneos en el continente responde a la necesidad de los isleños por subsistir, faenamientos que ellos no pueden realizar bajo adecuadas condiciones sanitarias al no existir mataderos ni profesionales para efectuar los carnéos.

Al respecto, el jefe comunal indicó que en los próximos días se reunirá con la Seremi de Salud, Giovanna Belocchio, para buscar una solución que regularice esta situación.

Según el alcalde, ya que ni la autoridad sanitaria ni el municipio otorgan permisos para que los vendedores ambulantes comercialicen alimentos, le corresponde a las policías fiscalizar este tipo de comercio.