Un barco cargado con ayuda humanitaria partió este miércoles de Miami, en el sureste de Estados Unidos, hacia La Habana, convirtiéndose en el primer cargamento marítimo que cumple esta ruta en más de 50 años.

“Este primer barco, el ‘Ana Cecilia’, partió con envíos de carácter humanitario y nos aseguramos de que no iba nada para comercializar en Cuba”, dijo a la AFP Leonardo Sánchez-Adega, un portavoz de International Port Corp.

La empresa pretende atender la demanda de grupos religiosos, organizaciones no gubernamentales e instituciones caritativas autorizadas a enviar cargamentos humanitarios a Cuba. “Pero también tenemos como clientes a familiares de personas en Cuba”, aclaró Sánchez-Adega.

Esta no es la primera compañía de la Florida que ofrece este servicio a Cuba, pero será la primera en muchas décadas que ofrezca un servicio semanal regular desde Miami, abundó.

En el sur de Florida viven la mayoría de los 1,2 millones de cubanos exiliados de la isla comunista.

La nave, que zarpó del Río Miami a las 11H00 locales (15H00 GMT) con 10 tripulantes abordo, tiene una capacidad para transportar 16 contenedores en sus poco más de 91 metros de largo (300 pies) y cobra una tarifa por envío de 5,99 dólares por libra (0,45 kg).

“Desde que empezó a salir la noticia de este barco el martes, en los medios de Miami, la respuesta de la comunidad ha sido sumamente positiva y demuestran mucho interés por el servicios que vamos a realizar”, dijo el portavoz de International Port Corp.

Está previsto que estos barcos salgan todos los miércoles en la mañana para realizar un viaje de 16 horas y llegar a La Habana los jueves en la noche: “Allá los tripulantes descargan todo sin bajarse y se devuelve el barco vacío a Miami”, explicó Sánchez-Adega.

La compañía ha recalcado que cumple con todas las regulaciones sobre el embargo comercial a Cuba y que cuentan con las licencias de la Oficina de Control de Activos Extranjeros y del Departamento de Comercio de Estados Unidos. “También nos acogemos a las reglas que impone Cuba”, dijo el portavoz.

Antes de que el “Ana Cecilia” zarpara, miembros de la empresa supieron que un hombre protestó por esta primera gestión de International Port Corp.

“Y seguramente van a haber más después. Siempre va a haber alguien protestando porque es parte de la idiosincrasia de la comunidad y ellos tienen el derecho a hacerlo”, explicó el portavoz de la empresa portuaria.

Sánchez-Adega prometió que va “a salir a hablarles (a los manifestantes) cada vez que sea posible para explicarles la naturaleza de esta actividad y de estos envíos”.

“La gente tiene que entender que lo que estamos haciendo está amparado en el marco de la ley y que nuestros clientes están enviando artículos de carácter humanitario”, añadió.

El martes, la oficina de Ileana Ros-Lehtinen, representante republicana del sur de Florida, divulgó a los medios locales -según indicó el diario El Nuevo Herald- una carta en la que pregunta si International Port Corp. estaba violando alguna de las leyes o regulaciones de Estados Unidos.

Pero la compañía “nunca recibió ni la carta ni tuvimos información de ningún intento de la oficina de la congresista de comunicarse con nosotros”, explicó Sánchez-Adega.