El presidente peruano, Ollanta Humala, propuso este viernes a un obispo de la Iglesia Católica para que medie en un conflicto originado por protestas contra un proyecto de la minera estadounidense Newmont en la ciudad norandina de Cajamarca, que esta semana dejó cinco muertos.
“Estamos proponiendo a monseñor Miguel Cabrejos, para que pueda abrir un espacio de diálogo en Cajamarca a fin de poner paños fríos (al conflicto)”, dijo el mandatario al Canal N de Lima.
En su primera declaración, Cabrejos confirmó haber aceptado el pedido de mediación, y afirmó que oficiará como “facilitador” para “calmar los ánimos” y propiciar “un diálogo racional, saludable y equilibrado” entre las partes.
Humala señaló que su gobierno “no cejará en buscar espacios de diálogo y que se expongan en una mesa de manera transparente y participativa los argumentos que todavía podrían subsistir”.
“Nosotros como gobierno estamos comprometidos en una política distinta a las anteriores, con una nueva relación con las actividades extractivas y en este caso la minería”, añadió.
El mandatario lamentó la pérdida de cinco vidas y criticó el accionar de las fuerzas policiales en la represión de manifestaciones en Cajamarca.
“Tenemos que ser críticos con el accionar de determinada policía que tal vez ha fallado en la parte de previsión y en algunos casos por la propia tensión e inexperiencia ha pisado el palito de dirigentes que buscaban victimizarse”, dijo.
“Por un lado demasiada agresión de elementos policiales y por otro supuestos líderes que buscan victimizarse”, remarcó.
Cinco personas murieron entre martes y miércoles en Cajamarca, región en la que el gobierno declaró estado de emergencia en tres de sus provincias, en un intento por frenar las protestas contra el proyecto aurífero y cuprífero Conga, donde Newmont proyecta invertir 4.800 millones de dólares.
Monseñor Cabrejos, figura respetable y de consenso dentro de la Iglesia Católica, ha sido presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, órgano máximo del clero que reúne a los obispos del país, y actualmente ejerce el cargo de arzobispo de la ciudad de Trujillo, 570 km al norte de Lima.
En su primera declaración, el prelado confirmó que ha aceptado el pedido de mediación que le planteó el gobierno y dijo que su tarea será la de ser un “facilitador” a fin de “calmar los ánimos de una y otra parte porque la violencia no conduce a nada”.
“Hago un llamado a la serenidad y a la tranquilidad a todos, estoy dispuesto a facilitar todo lo que sea posible para un diálogo racional, saludable y equilibrado por el bien del país”, afirmó el prelado al Canal N.
El proyecto minero Conga es rechazado por las comunidades campesinas, principalmente porque temen que afecte el medioambiente de la región, incluyendo las fuentes de agua.
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