El obispo católico Miguel Cabrejos mediará a pedido del presidente Ollanta Humala en el conflicto abierto en Perú por las protestas contra un proyecto de la minera estadounidense Newmont en Cajamarca (norte), que esta semana dejó cinco muertos en enfrentamientos.

Cabrejos confirmó haber aceptado el pedido de mediación, y afirmó que oficiará como “facilitador” para “calmar los ánimos” y propiciar “un diálogo racional, saludable y equilibrado” entre las partes.

El presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos, líder de la protesta antiminera, anunció que acepta a monseñor Cabrejos como mediador a fin de abrir un “espacio de escucha” con el prelado católico a quien recibirá el lunes, informó el gobierno regional.

Por su parte, Newmont saludó en un comunicado la mediación del religioso como “facilitador del diálogo en Cajamarca”.

Mientras tanto, la región pugnaba por recuperar la calma, y el comercio por volver a la actividad luego de 30 días de huelgas parciales.

Pero la violencia continúa latente a la espera de ver qué actitud adoptará la empresa Newmont, que debería avanzar con las obras de minería del proyecto Conga tras haber recibido luz verde del gobierno.

Mientras que diversas organizaciones locales e internacionales han reclamado al gobierno que investigue y explique cómo se produjeron las muertes de cinco manifestantes, que cayeron por disparos de armas de fuego.

El Comité Internacional de la Cruz Roja dijo el viernes que entregará al gobierno un reporte con alegaciones y observaciones sobre la actitud de las fuerzas del orden durante las protestas, informó a la AFP una fuente del CICR.

“La situación es preocupante, con cinco muertos”, declaró Javier Cepero, jefe adjunto del CICR para Perú, Bolivia y Ecuador. “Ha habido un uso de armas progresivo”, dijo el funcionario.

Desde Washington la organización estadounidense Human Rights Watch (HRW) pidió en un comunicado a las autoridades peruanas que realicen una investigación “imparcial” de las muertes durante las protestas.

Humala lamentó la pérdida de vidas y criticó el accionar represivo de las fuerzas policiales.

El proyecto Conga es rechazado por la población de Cajamarca porque teme que afecte al medio ambiente de la región, incluidas las fuentes de agua.

Cinco muertos, 45 heridos y 25 detenidos, es el balance establecido por las autoridades regionales de las protestas desde el martes hasta el momento.

El mayor punto de conflicto es la desaparición de cuatro lagunas que, según el proyecto, deberían ser secadas para facilitar la extracción de oro y cobre del subsuelo, y construir a cambio otras tantas lagunas artificiales que garanticen el abastecimiento de agua.