Los ex dictadores argentinos Jorge Videla (1976/81) y Reynaldo Bignone (1982/83) fueron condenados el jueves a 50 y 15 años de cárcel, respectivamente, por un plan sistemático de robo de bebés hijos de detenidas-desaparecidas, aunque ambos deberán seguir cumpliendo sendas penas a prisión de por vida.

“Condenar al ex general Jorge Videla (86 años) a 50 años de reclusión (…) y al ex general Reynaldo Bignone (84 años) a 15 años (…)”, leyó la presidenta del tribunal, María Roqueta, ante una sala colmada y en presencia de Estela de Carlotto, líder de la organización humanitaria Abuelas de Plaza de Mayo.

Carlotto dijo a la AFP que la embargaba “un sentimiento de satisfacción porque el fallo confirma y aclara que hubo en Argentina un plan sistemático para el robo de bebés”.

La presidenta del Tribunal explicó después del dictamen que al tener Videla dos condenas a prisión perpetua por homicidios, torturas y desaparición de disidentes políticos, la pena unificada a cumplir será también de por vida, en tanto que Bignone cumple una perpetua y otra de 25 años.

“El Tribunal entendió que Bignone tuvo una participación menor por haber actuado en el final de la dictadura”, dijo a la AFP Alan Iud, abogado de Abuelas.

Unos 500 niños fueron robados por militares, policías o allegados durante la dictadura, según Abuelas de Plaza de Mayo, cuya presidenta aún busca a su nieto Guido, hijo de Laura Carlotto, ejecutada sin juicio cuando estaba desaparecida y cuyo cadáver fue devuelto a la familia.

Hasta la fecha, 105 niños han recuperado su identidad, por la labor de Abuelas.

Centenares de familiares de las víctimas, nietos recuperados por Abuelas y activistas humanitarios festejaron el veredicto con gritos y cánticos, en medio de escenas de llantos y desahogo por tantos años de espera de justicia, frente a una pantalla gigante en la puerta de los Tribunales.

Por el sistema de sustracción y cambio de identidad de menores hubo otras sentencias a diferentes penas de cárcel contra ex jerarcas y agentes de la dictadura (1976-1983), entre ellos un médico militar que operaba de partero en las maternidades clandestinas del régimen.

Videla acaba de confesar en un libro que “unas 7 ú 8 mil personas debían morir” en la represión a opositores y está cumpliendo dos penas de prisión perpetua en celda común por crímenes de lesa humanidad.

Tras casi un año y medio de audiencias, con más de un centenar de testigos, el dictamen del jueves se completó con las sentencias a los jefes navales Jorge ‘Tigre’ Acosta (30 años de cárcel), Antonio Vañek (40), Juan Azic (14) y el capitán médico Jorge Magnacco (10); los jefes de ejército terrestre Santiago Riveros (20) y Víctor Gallo (15), y la maestra Susana Colombo (5), exesposa de Gallo, ambos apropiadores de niños.

Fueron absueltos el jefe naval Rubén Franco y el policía Eduardo Ruffo.

Un antecedente de robo masivo de bebes se produjo en España, donde durante la dictadura franquista (1939-1975) y hasta finales de los años 80 millares de recién nacidos podrían haber sido apropiados, según la entidad humanitaria Anadir.

Gallo y la maestra Colombo formaban el matrimonio de apropiadores de Francisco Madariaga Quintela, quien conoció su verdadera identidad hace poco más de dos años y tuvo la fortuna de reencontrarse con su padre.

Madariaga Quintela reveló a la AFP la coincidencia de conocer la sentencia justo el día de su cumpleaños número 35 y dijo que su madre, Silvia Quintela, fue secuestrada embarazada a los 28 años y todavía sigue desaparecida.