Chile está rankeado en el primer lugar de Latinoamérica en el uso de tecnología gracias a la inversión en infraestructura que en el país se ha realizado en los últimos años, según el último informe Connectivity Scorecard (2011) que mide el uso de las tecnologías en todo el mundo.

Pese a ello, le queda un largo camino por recorrer dado que aún se encuentra 14 puestos más abajo de países como Estados Unidos, Suecia, Noruega y Canadá, donde la tecnología está absolutamente integrada al diario vivir.

Según el mencionado estudio, los problemas que se experimentan en Chile tienen que ver principalmente con aspectos como la “usabilidad” (buen uso) y la “habilidad” (destreza) tecnológica, lo que se debe a que gran parte de los chilenos no poseen una buena educación de base en esta área.

Respecto a esto, el director Ejecutivo de Edutic (organización chilena de profesionales que busca fomentar el uso de la tecnología en la educación superior), Cristian Ocaña, entregó una serie de consejos para mejorar los aspectos débiles en Chile, los que apuntan principalmente a cambiar las políticas de enseñanza.

El especialista cree que es imprescindible que los profesores tomen un giro en su forma de educar, actualizando y adaptando la estrategia docente para soportar las demandas académicas que surgen a diario.

“Es imperativo que esto ocurra para que así el país no quede rezagado y se pueda insertar más en los procesos de productividad y competitividad, posibilitando una mejor empleabilidad y mayor bienestar”, comentó Ocaña.

Afirmó que en el método de enseñanza, el uso de las Tics (tecnologías de información y comunicación, como redes sociales, virtual desktops, cloud computing, mobile computing, e-books, aplicaciones para smartphones, entre otras) se debe tomar como una necesidad para los profesores y no sólo como un complemento para sus clases.

Para el experto, una medida interesante sería que los profesores pudieran estructurar las clases en distintos niveles de conocimiento tecnológico y esto vincularlo a las Tics y a las materias que desean enseñar.

“De esta forma los alumnos podrán trabajar con ejercicios adecuados a su nivel real de aprendizaje. Así, además, conseguirán ir pasando de un nivel a otro, teniendo a su profesor como supervisor”, opinó el especialista.

Ocaña agrega que toda metodología se puede potenciar con el trabajo en red: con foros, evaluaciones remotas, la creación de un chat con los alumnos para aclarar dudas, test online para medir el nivel de los estudiantes y asignar ejercicios o tareas a través de la web.

El director ejecutivo de Edutic aseguró que para mejorar las carencias que presenta el país en el uso de las tecnologías -independiente de las brechas económicas y geográficas que restringen el acceso a la conectividad y servicios de soporte- es importante mejorar la estrategia docente, “si ella no varía, por más que se apliquen tecnologías en las clases, los impactos no serán significativos. El desafío es lograr esta transformación”, enfatizó.