Con su primera película, ‘Shotgun Stories’ (2007), el director Jeff Nichols fue seleccionado en el Festival de Berlin; con la segunda, ‘Take Shelter’ (2011), debutó en Cannes en la Semana de la Critica y ganó; y ahora con ‘Mud’ tuvo el privilegio de cerrar la competencia oficial. Privilegio porque existe una tradición no escrita en este festival que dice que la última película que se presenta, el día sábado justo antes de la premiación del domingo, siempre se va con un premio, y, muchas veces, con la mismísima Palma de Oro.

El cine que realiza Jeff Nichols en ‘Mud’ se instala en el sur de los Estados Unidos, con los actores hablando con fuerte acento y lejos de las reglas de la gran cuidad, y denota una atractiva influencia de la poética que fundó Terrence Malick con su primera y magistral película, ‘Badlands’ (1973). ‘Es mi película favorita número uno’, confirmó Jeff Nichols en la conferencia de prensa.

Ciertamente, ‘Mud’ le debe mucho a la fusión de romance desesperado, persecución policial y naturaleza salvaje que Malick realizó en ese filme ya clásico. Lo interesante es que esta influencia está muy bien asimilada por Nichols, y desde su trabajo emerge una madurez vital, apasionada y emotiva, que hace que “Mud” se distinga de todo el resto de los filmes en competencia este año.

La película tiene como protagonista a Ellis (Tye Sheridan, el niño de ‘El árbol de la vida’), un adolescente de 14 años que vive con sus padres en una casa justo a la orilla del río Mississippi. ‘Mud’ es una historia de crecimiento moral, un ‘coming of age’, y es así Ellis y su fiel amigo Nickbone (Jacob Lofland) pronto encuentran -en la mejor tradición de Tom Sawyer y Huck Finn- a un misterioso personaje llamado Mud (Matthew McConaughey). Mud, que significa barro en inglés, está prófugo de la justicia tras haber asesinado a un hombre que golpeaba a su amor imposible, Juniper (Reese Whiterspoon) y se ha refugiado en una isla del río con la ilusión de recuperar una lancha averiada y escapar en ella. Los dos jóvenes protagonistas se involucran en la ayuda a Mud, quien va a ir adquiriendo el carácter de figura paternal para Ellis, con todas sus contradicciones. A su vez, el propio Mud irá al reencuentro con su propia figura paterna, a través del reencuentro con un hermético habitante del lugar (el gran Sam Shepard).

El director Nichols -recién de 33 años de edad- combina de forma atractiva sus obsesiones de autor con el deseo de llegar al público, hasta construir una de las pocas películas de esta edición de Cannes con poder de convocatoria masiva y temas humanos tratados de forma interesante. Nichols elabora un entramado emocional lleno de matices y tonos entre los diversos personajes, y vuelve memorable una historia de amor atormentado en que la pareja en cuestión nunca llega siquiera a tocarse las manos.

René Naranjo

René Naranjo

Bajo la conducción segura de Nichols, McConaughey entrega en el rol de Mud uno de los mejores trabajos de su carrera y confirma que, saludablemente, ha optado por arriesgarse por trabajar con cineastas jóvenes independientes en lugar de repetirse en predecibles producciones hollywoodenses. Algo similar vale para Reese Whiterspoon, que está muy sólida como una guapa mujer ‘white trash’ que sufre por el amor de Mud mientras está enredada en líos con la mafia.

Y el joven Tye Sheridan impresiona y emociona con su personaje, que busca superar el quiebre entre sus padres y aprender, de alguna forma, que en esta vida hay esperanza para el amor de pareja.

Vamos a oír mucho hablar de ‘Mud’ durante este año. Destinada a ser una de las grandes películas estadounidenses de la temporada, no es nada improbable que las nominaciones al Oscar la tengan muy en cuenta.

René Naranjo Sotomayor es periodista, crítico de cine y profesor de cine, con una trayectoria de más de 25 años en medios de prensa escritos, radio y TV, de Chile y el extranjero. Esta es la octava vez que cubre el Festival de Cine de Cannes. Puedes seguirlo en su cuenta de Twitter @renenaranjo