El primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, alertó este jueves a los países occidentales contra intervenciones militares “precipitadas” que pueden llevar a extremistas al poder o conflictos regionales que se convertirían en guerra nuclear.

Medvedev formuló estas declaraciones durante un foro jurídico en San Petersburgo, poco antes de embarcar hacia Estados Unidos para representar a Rusia en una reunión del G8 en Camp David (este).

“Las intervenciones militares precipitadas en terceros países terminan habitualmente con la llegada de extremistas al poder”, dijo Medvedev sin ofrecer detalles, en alusión a la actual situación en Siria y a la reciente caída del régimen de Muamar Gadafi en Libia.

“En determinados momentos, tales actos, que minan la soberanía nacional, pueden conducir a una guerra regional de envergadura, y hasta la utilización de un arma nuclear”, dijo, según imágenes transmitidas por la televisión rusa.

El foro jurídico donde Medvedev pronunció este discurso contaba con la participación del ministro de Justicia de Estados Unidos, Eric Holder, y otros representantes internacionales.

Medvedev representará a Rusia en la reunión del G8 ya que el presidente ruso, Vladimir Putin, decidió no participar del encuentro alegando la necesidad de formar su nuevo gobierno, menos de dos semanas después de su investidura.

Rusia y Washington minimizaron la decisión de Putin de no participar del encuentro en Camp David.