La justicia española redujo de diez años a seis y medio la condena de cárcel impuesta al líder vasco Arnaldo Otegi por haber intentado en 2009 refundar la dirección de Batasuna, partido independentista ilegalizado en España por ser considerado el brazo político de ETA.

En una sentencia anunciada este miércoles, el Tribunal Supremo redujo en tres años y medio la pena impuesta en septiembre por la Audiencia Nacional a Otegi y al secretario general del sindicato vasco LAB, Rafael Díez Usabiaga, una de las figuras históricas del movimiento secesionista.

La principal instancia penal española los había condenado por “pertenencia a organización terrorista en grado de dirigente” por haber tratado de reconstruir la dirección de Batasuna.

ETA ordenó a Otegi y Díez la creación de un órgano que actuara como su “brazo político”, había considerado entonces la Audiencia Nacional.

El Tribunal Constitucional confirmó ahora que ambos eran “responsables y promotores de la mencionada y novedosa estructura” pero estimó que “esta coordinación del grupo no justifica la catalogación como dirigente” por lo que los consideró simples “integrantes” de ETA y redujo sus condenas.

Otegi, de 53 años y en prisión preventiva desde octubre de 2009, conserva sin embargo una pena de diez años de inhabilitación para ejercer todo cargo público.

El partido radical vasco Batasuna está ilegalizado en España desde 2003, debido a sus lazos con ETA.

Responsable de la muerte de 829 personas en más de 40 años de atentados por la independencia del País Vasco, la organización armada anunció el 20 de octubre “el cese definitivo de su actividad armada”.

ETA, que lleva desde agosto de 2009 sin cometer atentados en territorio español, no ha entregado sin embargo las armas y está presionada por las autoridades para que se disuelva.

Otegi fue uno de los principales artífices del proceso de negociación abortado de 2006-2007 entre el gobierno español y la organización armada independentista vasca. Sin embargo, después tomó distancias con la lucha armada.