La ex senadora colombiana Piedad Córdoba, facilitadora en la liberación de 30 rehenes de las FARC desde 2008, pidió crear un mecanismo de verificación de secuestros de civiles, al considerar que con la entrega de 10 uniformados el lunes se cerró un ciclo de plagios.

Córdoba, que este lunes recibió de las FARC a los últimos 10 policías y militares que permanecían cautivos, dijo que la guerrilla insistió en que ese fue “un gesto de paz” y que reiteró su renuncia al secuestro de civiles con fines extorsivos.

“Tenemos que buscar una verificación” para el asunto de los rehenes civiles. “No sabemos cuántos son. Tienen que crearse instrumentos y mecanismos para saber cuáles son en verdad las cifras”, dijo Córdoba en una rueda de prensa en Villavicencio (110 kms al sur de Bogotá), de donde partió el operativo para buscar los rehenes.

“Ya cerramos un ciclo. Vamos a trabajar por los desaparecidos. Vamos a insistir para que las personas encuentren a sus seres queridos”, añadió Córdoba, al señalar que muchos de los casos que se piensa que son secuestros podrían ser desapariciones o muertes.

En sus declaraciones, la ex senadora agradeció al gobierno de Brasil, que prestó dos helicópteros Cougar para el operativo y se felicitó por el resultado de la mediación.

“Podemos decir que lo logramos, porque lo conseguimos a través del diálogo, sin derramar una gota de sangre, con respeto y convicción de que Colombia quiere la paz”, aseveró.

Igualmente, Córdoba insistió en pedir al gobierno del presidente Juan Manuel Santos que le autorice visitas de verificación a los guerrilleros en las cárceles de Colombia y que se les aplique el derecho internacional humanitario, una solicitud de las FARC.

“La guerra tiene que ser una vergüenza para este país, la paz es democracia”, resaltó.

Según Córdoba, los 10 rehenes fueron entregados en el pueblo Mocuare, sobre el río Guaviare (sureste), a donde llegaron a bordo de una pequeña embarcación cerca de las 16H30 locales (21H30 GMT).

Los policías y militares fueron llevados hasta allí por “un guerrillero y una guerrillera”.

Córdoba, quien lidera el grupo civil mediador Colombianos y Colombianas por la Paz, fue destituida de su cargo de senadora por el Congreso en noviembre de 2010, luego de que fuera sancionada por la Procuraduría, que consideró que tenía nexos con FARC.