Estados Unidos anunció este lunes que suspendía la ayuda al gobierno de Malí luego del golpe de Estado en la nación africana la semana pasada y llamó a la restauración del gobierno electo.
“Ahora tomamos la decisión de suspender nuestra asistencia al gobierno de Malí, a la espera de que se resuelva la situación en el terreno”, dijo la portavoz del departamento de Estado Victoria Nuland. “Queremos que el gobierno electo sea restablecido lo antes posible”, agregó.
Por su parte, el Consejo de Seguridad de la ONU condenó “firmemente” este lunes el golpe y exigió que los “soldados amotinados contra el gobierno democráticamente electo” vuelvan a sus cuarteles.
El golpe de Estado militar del 22 de marzo pasado suspendió el proceso político en el país, a unas semanas de la presidencial programada para el 29 de abril y que debía pasar la página del periodo bajo el régimen de Amadou Toumani Touré, (“ATT”) que gobierna el país desde 1991, también luego de un golpe de Estado.
“Algo más de la mitad de los 140 millones de dólares (que Estados Unidos destina a Mali) tienen que ver con la ayuda alimentaria”, precisó Nuland, mientras los casi 70 millones de dólares restantes, afectados por la suspensión, están relacionados con la asistencia militar, económica y de ayuda al desarrollo.
La suspensión de la ayuda fue decidida para “dejar en claro que se trata de un situación inaceptable” y que “la democracia debe ser restablecida”, agregó la vocera, para quien “sólo los rebeldes tuaregs se benefician” con el actual estado de cosas.
Washington se resiste por el momento a hablar de golpe de Estado y hace referencia a “un amotinamiento”.
Interrogada sobre la suerte corrida por Touré, Nuland dijo que según lo que han “comprendido” las autoridades estadounidenses se encuentra en un lugar “seguro”, “protegido por algunos de sus fieles”.
La junta anunció por su lado que Touré está “muy bien” y “seguro”, sin precisar dónde se halla ni si está detenido.