La lección de la jornada en una escuela de Nueva Jersey, este de Estados Unidos, es simple: “No dar abrazos”.

El director de la Escuela Secundaria Matawan Aberdeen, a la que asisten más de 900 estudiantes de 11 a 14 años, causó alboroto con su anuncio de que de ahora en adelante el centro educativo será “una escuela libre de abrazos”.

La medida busca acabar con lo que el distrito escolar regional llamó “incidentes por interacciones físicas inadecuadas”.

Cuando la medida desencadenó una ola de comentarios en sorna en los medios, los funcionarios se retractaron y dijeron que estaba bien abrazarse más o menos.

“No hay una política específica para los abrazos y no hemos suspendido ni vamos a suspender a los estudiantes por abrazarse”, dijo David Healy, superintendente de las escuelas del distrito, en un comunicado el jueves.

“Es lamentable que haya personas que encuentren un propósito y un motivo de humor haciendo sensacionalismo con una rutina escolar relacionada con este tema”, agregó.