Cuba fustigó el jueves a Estados Unidos por negar su “autorización” para que Cuba asista a la Cumbre de las Américas en Colombia, y agradeció las gestiones del presidente colombiano Juan Manuel Santos, pese a que descartó invitar a la isla a la cita por falta de “consenso”.

“Todos comprendemos que una eventual invitación a Cuba, tal y como ha explicado el presidente colombiano, depende del consenso”, que “todos entendemos” como “la autorización de Washington”, dijo el canciller cubano, Bruno Rodríguez, en conferencia de prensa.

Santos cumplió una maratónica visita el miércoles a La Habana, donde habló con los presidentes de Cuba, Raúl Castro, y de Venezuela, Hugo Chávez (que convalece de una cirugía), de los que obtuvo apoyo y “comprensión” para desactivar la amenaza de un boicot del ALBA a la Cumbre, propuesto por Ecuador, pese a que anunció que no invitará a Cuba a la cita por falta de “consenso” en el continente.

Rodríguez agradeció “la gestión de Colombia” y afirmó que “no ha habido ninguna sorpresa” en la decisión de Santos, pues “ha sido la crónica de una exclusión anunciada”, “inaceptable e injustificable”.

“Con un enorme irrespeto por Colombia y por América Latina y el Caribe, los voceros norteamericanos desde el primer día habían decretado la exclusión de Cuba”, añadió Rodríguez.

Estados Unidos rechaza la presencia de Cuba en la Cumbre, que tendrá lugar en el balneario caribeño colombiano de Cartagena, el 14 y 15 de abril, al afirmar que está reservada a los países democráticos que son miembros activos de la Organización de Estados Americanos (OEA), que marginó a la isla en 1962 en medio de las tensiones de la Guerra Fría, aunque anuló esta medida en 2009.

Cuba se niega a tramitar su vuelta a la OEA, lo que la obligaría a suscribir la Carta Democrática del organismo, pero ha normalizado sus lazos diplomáticos con los países del hemisferio –salvo Estados Unidos– e integra la nueva Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la que presidirá en 2013.

También participa en la Cumbre Iberoamericana, desde su primera edición en 1991.

Rodríguez dijo que en la anterior Cumbre de las Américas, celebrada en 2009 en Trinidad y Tobago, el presidente estadounidense, Barack Obama, prometió una nueva política hacia América Latina, lo que no ha cumplido.

“¿Qué dirá Obama en la próxima reunión de Cartagena?”, se preguntó.

El presidente Santos dijo en La Habana el miércoles, antes de regresar a Bogotá, que explicó a Castro y a Chávez que no invitaría a Cuba a la cumbre, porque eso “requiere de un consenso que infortunadamente no hemos logrado encontrar” en el continente.

“Colombia quiere que la situación de Cuba, su participación, sea discutida de manera constructiva y con altura en la Cumbre de Cartagena”, dijo Santos.

La canciller colombiana, María Ángela Holguín, explicó este jueves en Bogotá que el tema de la eventual incorporación de Cuba en las Cumbres de las Américas será discutida en la reunión de Cartagena en forma pública y no “privada”, como estaba previsto, por petición del gobierno cubano.

Las Cumbres de las Américas, a las que asisten a 34 países, comenzaron en 1994 en Miami (Florida, EEUU), bastión del anticastrismo, y Cuba nunca ha sido invitada.

Esta disputa comenzó el 5 de febrero, cuando el presidente de Ecuador, Rafael Correa, propuso en Caracas durante la Cumbre del ALBA (Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) que los mandatarios del bloque no acudieran a la cita de Cartagena si Cuba no era invitada.

“Nos encantaría estar en la Cumbre de las Américas, pero tenemos que analizarlo muy profundamente”, dijo Correa este jueves en Quito.

Rodríguez afirmó que los ocho países del ALBA seguirán luchando en forma “unánime y firme” para acabar con la exclusión de Cuba y subrayó que “la postura de Correa es totalmente apoyada” por “los presidentes” de ese bloque, que integran Venezuela, Cuba, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Dominica, San Vicente y las Granadinas y Antigua y Barbuda.