El base de los New York Knicks Jeremy Lin presentó una solicitud para inscribir como marca registrada el término “Linsanity” ante la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos, una una medida que daría al jugador derechos exclusivos para comercializar esa palabra.

Según el sitio web de los reguladores de marcas comerciales, Lin presentó la solicitud de registrar su marca el 13 de febrero, unos 10 días después de convertirse en el centro de atención de los medios especializados al pasar de un oscuro jugador de la banca a estrella del equipo neoyorquino.

Lin, cuyos padres son de Taiwán, había sido dejado cesante por dos clubes de la NBA antes de que los Knicks le dieran la posibilidad de jugar regularmente, dada las ausencias de sus dos estrellas mayores, Carmelo Anthony y Amare Stoudemire, y el bajo rendimiento de otros titulares.

El armador aprovechó la ocasión y marcó la mayor cantidad de puntos y asistencias para cualquier jugador de la NBA en sus primeras 10 aperturas desde 1976.

Su desbordada ofensiva, jugadas maravillosas y pases precisos ayudó a los Knicks a ganar siete partidos en fila después de su llegada, lo que desató un fenómeno bautizado por los medios de Nueva York como “Linsanity”, expresión que mezcla el apellido del joven y el término inglés “insanity” (locura), que acaparó las portadas de las publicaciones deportivas del mundo, atentas a las hazañas del carismático jugador.

La solicitud de Lin le permitirá acuñar el término en la comercialización de productos como pelotas, juguetes, camisetas y otras prendas de vestir, zapatos, gorras, botellas de agua y bolsas.

La imagen del jugador ya está en zapatillas de deporte, camisetas y tarjetas coleccionables dentro y fuera de Estados Unidos.

Su imagen también ha incrementado las finanzas de los Knicks, cuyas entradas para los partidos en el Madison Square Garden se han elevado en más de un 120%.

Lin conoce de primera mano cómo fluye el negocio de la comercialización de una marca, pues se graduó con un título en Economía por la Universidad de Harvard, con la que jugó baloncesto.

La fiebre de la “Linsanity” ha trascendido hasta la Casa Blanca, y este jueves se esperaba que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aprovechara su visita de campaña presidencial a Miami para asistir al partido entre los New York Knicks y el Miami Heat.

Empero, miembros del equipo del mandatario desestimaron la idea, debido a lo apretado de la agenda presidencial en la Ciudad del Sol.

“Desafortunadamente, eso no será posible”, dijo Jay Carney, portavoz de la Casa Blanca.