Miles de estudiantes y padres de alumnos se reunieron este martes en Valencia para protestar contra los recortes presupuestarios en educación y la violencia con la que la policía dispersó la víspera otra concentración estudiantil.

Choques entre policías y estudiantes estallaron el lunes durante una manifestación en esta ciudad, donde se multiplican las protestas contra los recortes presupuestarios que afectan a la enseñanza y los problemas derivados de impagos que privan a algunas escuelas de calefacción después de que el gobierno regional, corto de liquidez, no pagara las facturas.

Los incidentes, que causaron varios heridos, se prolongaron hasta horas avanzadas de la noche. Hubo 25 personas detenidas.

Las escenas de violencia que empañaron la manifestación del lunes, con policías golpeando con sus bastones o arrastrando por tierra a jóvenes manifestantes, algunos de ellos ensangrentados, provocaron protestas en todo el país.

Interpelado por la oposición socialista, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, admitió que “algunos excesos” pudieron haber sido cometidos y anunció que se explicaría sobre la actuación de las fuerzas de seguridad ante una comisión parlamentaria.

El martes, los estudiantes volvieron a reunirse ante el colegio Lluis Vives, uno de los establecimientos privados de energía eléctrica, donde empezaron las manifestaciones la víspera.

“No hay ni agua, ni gas, ni luz. Las fotocopias tenemos que hacerlas nosotros en casa. Y cuando salimos de clase, van a pegarnos (la policía). Iban por todos lados pegando”, describe un estudiante de 17 años, Diego Gutiérrez.

La policía denunció por su parte una actitud “agresiva” de algunos manifestantes.

La región de Valencia, la más endeudada de España, anunció a principios de enero, para intentar enderezar las finanzas, un plan de austeridad que incluye aumentos de impuestos y recortes en los gastos de sanidad y en el sector de la educación, por un total de más de mil millones de euros.