El gobernador del estado mexicano de Guerrero (sur), Angel Aguirre, se convirtió este lunes en el primer funcionario de su rango en comparecer ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, para responder por la muerte de dos estudiantes durante una protesta.
La audiencia de Aguirre se realizó en privado en las oficinas de la Comisión en esta capital y fue para dar su versión sobre la muerte de dos estudiantes de una escuela de maestros (Normal) durante una protesta realizada el pasado 12 de diciembre cerca de Chilpancingo, capital estatal, a 270 km del DF mexicano.
El presidente de la Comisión, Raúl Plascencia, comentó en rueda de prensa que el gobernador entregó tres carpetas con documentos sobre las acciones que ha tomado su gobierno en materia de derechos humanos, sobre todo luego de la muerte de los estudiantes, hecho por el cual están detenidos 12 policías.
“(El gobernador) entregó varios documentos sobre lo que ha hecho su gobierno en la Normal (…) y queda pendiente la entrega de acciones más pormenorizadas, a lo que se comprometió dar respuesta”, dijo Plascencia.
Adelantó que en los primeros días de enero la Comisión tendrá un informe preliminar del caso que llevan por las dos muertes, la detención de otras 24 personas y los “posibles actos de tortura de al menos 15″ de ellos.
“Es importante vencer la impunidad, que se garantice el acceso a la justicia para aquellas personas que han sufrido algún abuso y en este caso estamos ante el más grave, que es la privación de la vida”, resaltó.
Aparte de Aguirre, ya rindió declaración el ex procurador (fiscal) de Guerrero, Alberto López, quien fue separado de su cargo por el gobernador horas después del incidente, junto al secretario de Seguridad del estado, Ramón Almonte.
El caso es investigado a nivel federal por la Procuraduría General de la República.
El 12 de diciembre decenas de estudiantes bloquearon la autopista que comunica Ciudad de México con el popular balneario de Acapulco, al sur sobre el Pacífico, cerca de Chilpancingo, con el fin de exigir más cupos para estudiar en la escuela de Ayotzinapa, una zona rural de Guerrero, y la protesta fue reprimida violentamente.