El Presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, urgió este viernes a Turquía a respetar las convicciones ajenas, tras la airada reacción de Ankara al voto por parte de los diputados franceses de una ley que reprime la negación del genocidio armenio.
“Yo respeto las convicciones de nuestros amigos turcos, son un gran país, una gran civilización, y ellos deben respetar las nuestras”, dijo Sarkozy a medios franceses en Praga, donde asistirá a las exequias del ex presidente checo Vaclav Haval.
“Francia no le da lecciones a nadie, pero tampoco quiere recibir”, agregó.
El primer ministro turco, Recep Tayyp Erdogan, acusó a Sarkozy de atizar la islamofobia y la turcofobia con fines electorales y a Francia de haber cometido un genocidio durante la guerra de Argelia.
“Francia define su política de manera soberana”, subrayó el mandatario francés, quien recomendó “conservar la sangre fría y la calma en cualquier circunstancia”.
“Francia no pide permiso. Francia tiene convicciones, derechos humanos y respeto por la memoria”, agregó.
Los diputados franceses votaron el jueves una ley que castiga con un año de cárcel y 45.000 euros de multa la negación del genocidio armenio de 1915-17, desatando la cólera de Turquía, que asegura que las matanzas se produjeron en combate y durante deportaciones, y no en función de un plan deliberado de exterminio.