Los militares y las fuerzas de seguridad de Siria cometieron crímenes de lesa humanidad durante su brutal represión de las manifestaciones contra el régimen, afirmaron investigadores designados por las Naciones Unidas en un informe publicado el lunes en Ginebra.

“La comisión está muy preocupada porque se cometieron crímenes de lesa humanidad en diversas regiones de Siria durante el período examinado”, indicaron los tres miembros de la Comisión Independiente de Investigación sobre Siria, considerando que las fuerzas de seguridad y el ejército eran responsables de esos actos.

Las fuerzas del régimen asesinaron, violaron y torturaron a manifestantes desde que comenzaron las protestas, en marzo de este año, de acuerdo con las pruebas reunidas por esta comisión.

El panel entrevistó a 223 víctimas y testigos, entre los cuales había desertores de las fuerzas de seguridad, que recibieron órdenes de disparar a matar para aplastar las manifestaciones, y señalaron casos de niños que fueron torturados hasta la muerte.

Estos testimonios muestran que se cometieron “ejecuciones sumarias, arrestos arbitrarios, desapariciones forzadas, torturas, algunas de las cuales con violencias sexuales, así como violaciones de los derechos de los niños”. Desde el comienzo de las protestas, unas 3.500 personas murieron en Siria.

“La mera escala y el modelo de los ataques de los militares y las fuerzas de seguridad contra civiles y barrios de civiles, así como la destrucción generalizada de la propiedad, sólo podían ser posibles con la aprobación o la complicidad del Estado”, afirmó esta comisión.

Desertores del ejército y de las fuerzas de seguridad dijeron que habían recibido órdenes de disparar contra manifestantes desarmados sin advertencia previa.