Corea del Norte denunció este jueves las maniobras militares realizadas la víspera por el ejército de Corea del Sur cerca de una isla fronteriza bombardeada por Pyongyang hace un año y amenazó con “un mar de fuego” capaz de “engullir” la residencia presidencial en Seúl.

El comando militar supremo del régimen comunista estimó que el ejercicio conjunto realizado la tarde del miércoles en torno a la isla de Yeonpyeong, en la frontera marítima entre las dos Coreas, fue un nuevo desafío.

“Los militares guerreristas deben recordar la lección del mar de fuego en la isla de Yeonpyeong”, señala un comunicado citado por la agencia de noticias oficial de Corea del Norte.

El 23 de noviembre de 2010, las fuerzas de Corea del Norte dispararon 170 proyectiles o cohetes contra Yeonpyeong, teatro en el pasado de dramáticas confrontaciones entre las dos Coreas.

Este ataque, el primero contra una zona poblada por civiles desde la Guerra de Corea (1950-53), costó la vida a cuatro personas, dos soldados y dos civiles, y destruyó o dañó viviendas y otros edificios.

Pyongyang justificó el ataque por los ejercicios de artillería surcoreanos realizados poco antes en la zona en disputa, durante los cuales algunos disparos cayeron dentro del espacio marítimo de Corea del Norte.

“Si (Corea del Sur) se atreve a violar otra vez nuestro honor y si nuestro mar, nuestro espacio y nuestra tierra son violados por una sola bala o proyectil, el mar de fuego de Yeonpyeong se extenderá y engullirá la Casa Azul”, residencia oficial del presidente surcoreano, advirtió el ejército norcoreano.

Criticado por su pasividad frente al ataque de Corea del Norte, hace un año, el ejército sudcoreano ha advertido que responderá en forma contundente cualquier agresión.