El líder y candidato del conservador Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, aseguró este domingo tras ganar las elecciones generales en España con una amplía mayoría absoluta que los españoles “van a dar la batalla a la crisis”, anunciando un “esfuerzo solidario” para “todos”, pero asegurando que “no va a haber milagros”.

“España es una gran nación y lo mejor que tiene son españoles, 46 millones de españoles que van a dar la batalla a la crisis”, aseguró Rajoy, advirtiendo que “gobernaré al servicio de España y de los españoles, procurando que por ninguna circunstancia nadie se sienta excluido de la tarea común”.

Rajoy subrayó su deseo de ponerse a trabajar cuanto antes para tratar de superar la crisis, que ha causado en España casi cinco millones de desempleados.

“Por mi parte no van a faltar ni las ganas, ni el entusiasmo, ni el trabajo, ni el compromiso”, pero “no va a haber milagros. No los hemos prometido”, añadió el futuro jefe del gobierno.

Centrado en la difícil situación financiera con la que se pondrá al frente del país, el líder conservador se refirió a la Unión Europea (UE), para decir que España será “el más leal pero también el más exigente de los socios”.

“Dejaremos de ser un problema para volver a formar parte de la solución”, insistió Rajoy, que puso entres sus prioridades la lucha contra “el paro, el déficit, la deuda excesiva, el estancamiento económico y todo aquello que mantiene a este país en estas críticas circunstancias”.

“Somos una gran nación entre otras cosas porque nuestra diversidad es fuente de grandeza y nos enriquece”, subrayó el líder popular, en referencia a las regiones del país, volviendo varias veces sobre la necesidad de esfuerzo compartido: “esa diversidad tiene que anudarse con fuerza a un principio solidario”.

Poco después salía al balcón de la sede central del PP en Madrid, acompañado entre otros por su esposa Elvira, la presidenta de la región de Madrid, Esperanza Aguirre, y una de sus más cercanas colaboradoras, la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal.

Allí, ante sus simpatizantes y entre gritos y cánticos, ha reconocido que los últimos años “han sido difíciles, pero gracias a vosotros y a mi partido hoy estamos aquí y podemos decir que tenemos una mayoría muy importante en el Congreso y en el Senado”.

Ganador en la tercera ocasión que encabezaba las listas de su partido para las legislativas, Rajoy no tuvo junto a él en público al ex presidente del Gobierno José María Aznar, cuyo mejor resultado ha sido superado por tres escaños en esta nueva etapa popular.

El PP ha logrado una mayoría absoluta de 186 escaños, frente a los 111 de los socialistas y una fragmentación de parte del Congreso de los Diputados en varios partidos minoritarios, entre ellos Amaiur, la nueva izquierda independentista vasca, que en su primera legislatura de existencia obtiene siete representantes.

El Congreso español tiene en total 350 escaños.

Pese a la abultada victoria, Rajoy instó a no relajarse y empezar a trabajar desde el lunes, para luchar contra los “enemigos” del país: “El paro, el déficit, la deuda excesiva, el estancamiento económico” y todo lo que mantiene España “en estas críticas circunstancias”.