Los operadores financieros se daban abrazos de entusiasmo al saberse que Grecia e Italia habían entregado sus respectivos gobiernos a unos primeros ministros del gusto de los banqueros, en una movida que algunos catalogaron como un ‘golpe de estado de los banqueros’.

Los jefes de gobierno Papandreu, de Grecia, y Berlusconi de Italia. Uno, socialista renovado al estilo Ricardo Lagos, y el otro derechista al estilo Sebastián Piñera, hayan sido buenos, medianitos o malos, fueron elegidos por sus bases ciudadanas, sin embargo, fueron humillantemente descalificados por los ‘jefazos’ europeos, Angela Merkel de Alemania y Nicolas Sarkozy de Francia, quienes derechamente exigieron que sus respectivos países los destituyeran.

El socialista griego había declarado que pensaba consultarle a su pueblo sobre las medidas de corrección económica, pero la respuesta fue rápida y mordiente: si llamas a referéndum te sacamos de la eurozona y tu país se hunde en la miseria.

El derechista Berlusconi, en Itaia, también trató de consultar a la nación, mediante elecciones anticipadas, pero la respuesta fue la misma: nada de elecciones, la gente no tiene que meterse, hay que hacer trabajo de técnicos.

En resumen, asumen dos excelentes empleados de la banca mundial, neoliberales y ultra ortodoxos que se hicieron cargo de los gobiernos de Grecia e Italia con la misión de obedecer en silencio las ordenes que se les den…

Escucha a continuación la crónica producida y dirigida por Ruperto Concha.