El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, dijo el lunes desde Londres que la organización que dirige está viva y con más fuentes, pese al embargo de sus cuentas por Estados Unidos, en una videoconferencia ante la Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en Lima.

“(Se dice que) el principal problema es financiero y está relacionado con el embargo en Estados Unidos. Afortunadamente tenemos un flujo de caja fuerte y sólido como para sobrevivir, lo hacemos desde hace 11 meses”, afirmó el hombre que ha difundido documentos secretos de la diplomacia de Estados Unidos.

Assange desestimó que Wikileaks esté en vías de extinción “porque tenemos contratos con unas 50 compañías mediáticas en el mundo y vamos a seguir divulgando cables”.

“Wikileaks ha logrado sobrevivir los últimos 11 meses gracias a un flujo de dinero que puso de lado y que son sus reservas”, señaló Assange desde Londres, donde vive impedido de viajar al extranjero hasta que un tribunal resuelva si procede una solicitud de extradición a Suecia.

Assange, de 40 años, vestía una camiseta oscura y tenía detrás suyo una tela blanca que servía como filtro para cubrir la luz y aparentar un pequeño estudio de televisión.

El abanderado de Wikileaks elogió al movimiento global de los “indignados” cuyo desarrollo calificó de “extraordinario”, como lo demuestra el caso de quienes ocupan las calles del barrio financiero de Wall Street.

“Ocuppy Wall Steet forma una base de apoyo político y es una base de abastecimiento de fondos y fuentes (para Wikileaks)”, acotó Assange.

“El apoyo de la comunidad en general nos hace sentir bien”, resaltó el líder de Wikileaks, de origen australiano.

Assange comparó la tarea de Wikileaks con la del periodismo y resaltó que su papel es el de actuar como “una agencia de inteligencia de la gente para penetrar gobiernos y empresas privadas” que rigen los destinos de la población.

Y agregó que penetrar esos grupos permite poder entender sus “conductas inmorales”.

La intervención de Assange se prolongó por unos 50 minutos ante los participantes de la reunión de la SIP, entre ellos editores de más de un millar de diarios y revistas en la región.