En una dura columna escrita por su editor para Latinoamérica, John Paul Rathbone, el prestigioso periódico financiero inglés, Financial Times, describió el desempeño del presidente Piñera como “pésimo” (lousy) y delineó las falencias políticas de su gobierno que lo han hundido en las encuestas.

Según Rathbone, pese a los logros comerciales del Presidente y a sus innegables habilidades en el mundo de los negocios, su administración ha caído a niveles históricos de impopularidad debido a incapacidad para comprender las diferencias entre el manejo de una empresa y el de un país.

“Casi todos en Chile, incluyendo algunos de sus aliados, piensan que el señor Piñera está haciendo un pésimo trabajo. Sí, la economía chilena se está fortaleciendo, el desempleo se ha reducido en forma histórica y el Presidente está encaminado a eliminar la pobreza en Chile. Todos deberían amarlo, pero no es así: su 26% de aprobación en las encuestas es el más bajo que haya obtenido jamás un presidente chileno (y aunque los números no están claros, eso incluye al dictador Augusto Pinochet). Estos resultados no sólo son humillantes, sino que afectan la capacidad de gobernar del señor Piñera y las cosas que su brillante inteligencia quiere hacer”, destaca el periódico.

Parte de los argumentos expuestos por Rathbone se basan en el libro de Eugenio Tironi, “¿Por qué no me quieren?”, cuya hipótesis es que Sebastián Piñera gobierna Chile no como un país sino como una empresa.

“Los negocios tienen accionistas; los estados, ciudadanos. Las empresas tienen empleados, quienes voluntariamente ceden un cierto grado de su soberanía personal a cambio de un salario. En los países (al menos en los democráticos) todos se sienten con el derecho de participar. Las corporaciones tienen ejecutivos, quienes desempeñan roles delegados por un CEO (gerente general) y quien les ordena qué deben hacer. Los gobiernos en cambio tienen ministros, quienes son colaboradores políticos e interlocutores, no meros subordinados”, añade Financial Times.

No es la primera vez que el periódico inglés se muestra receloso con la labor del Primer Mandatario. Ya en julio de 2010 otra columna, esta vez de Judy Webber, había señalado sus conflictos entre negocios y política.

“Pero casi cada pulgada del escritorio del señor Piñera en La Moneda está abarrotado de reportes sobre como el país podría mejorar. Tiene una calculadora a mano, un bloc de notas garabateado con números frente a él y un terminal Bloomberg. La impresión que da es la de un trabajólico, microgerente, un hiperquinético Nicolás Sarkozy sudamericano”, señaló en la oportunidad, según recoge El Mostrador.