Tres personas, que según las autoridades son familiares de un policía de la ciudad mexicana de Monterrey (norte) detenido por un ataque de narcotraficantes contra un casino que dejó 52 muertos, fueron asesinadas, informó el jueves el gobierno local.

Hombres armados irrumpieron la tarde del miércoles en una casa y dieron muerte a un matrimonio y a uno de sus hijos y las indagatorias señalan que “eran familiares del policía Miguel Barraza, detenido por estar involucrado en los hechos del Casino Royale”, dijo a la prensa Jorge Domene, vocero de seguridad pública del estado de Nuevo León, al que pertenece Monterrey.

Fuentes de la policía estatal explicaron a los periodistas que todo indica que se trata de los padres y de un hermano del agente, pero que esto sólo se confirmará una vez concluya el proceso forense para identificar oficialmente los cadáveres.

El diario Reforma afirmó que a un lado de los tres cuerpos se encontró un mensaje según el cual el asesinato de estas tres personas es una venganza porque el policía detenido habría revelado nombres de otros participantes en el atentado contra la casa de apuestas.

El 25 de agosto, presuntos miembros de Los Zetas, de quienes las autoridades sospechan que actuaron con la complicidad de policías, atacaron el Casino Royale desatando un incendio que dejó 52 personas muertas.

Monterrey, la tercera ciudad del país, ha vivido en las últimas horas distintos hechos de violencia que dejaron 17 muertos el miércoles y al menos siete más, tres de ellos policías de tránsito, durante la mañana del jueves.

Por el incendio del casino hay seis hombres detenidos, incluido Barraza, y el miércoles se difundieron las identidades de otros cuatro sospechosos.

Monterrey, con cuatro millones de habitantes, se ha convertido en escenario de múltiples actos de violencia, atribuidos por las autoridades al cartel de Los Zetas, que fue creado por militares desertores y que libra una pugna con sus antiguos jefes del cartel del Golfo.

La violencia derivada de la lucha contra los carteles del narcotráfico ha dejado más de 41.000 muertos en México desde diciembre de 2006, cuando se lanzó un operativo antidrogas en el que participan más de 50.000 militares.