La CUT responsabilizó al Gobierno de querer generar un clima de “criminalidad” ante el paro convocado por la multisindical. De cara a esta actividad, para mañana miércoles se prevén diversos trastornos en el sistema de transporte terrestre y aéreo, pasos fronterizos y oficinas públicas en todo el país.

La Central Unitaria de Trabajadores endosó al Gobierno una estrategia que quiere generar un clima de criminalidad, ante la convocatoria a paro del próximo 24 y 25 de agosto.

El presidente de la multisindical, Arturo Mártinez, señaló que le parece increíble que el Ejecutivo esté anunciando hechos que no están en el instructivo de la paralización, indicando que seguramente los infiltrados harán lo que ella ha anunciado.

Una paralización que recibió un fuerte apoyo desde el mundo sindical internacional. Víctor Báez, secretario general de la Confederación de las Américas, indicó que el movimiento ciudadano en Chile puede quedar en la historia de la humanidad.

El presidente de la Confederación Nacional Unitaria de Trabajadores del Transporte (Conutt), Ricardo Maldonado, indicó que los mayores inconvenientes se suscitarán el miércoles 24 de agosto, pues las organizaciones que adhieren al movimiento planean retrasar el inicio de recorridos y retirarlos a las 17 horas, dejando el peso en manos del Metro.

Maldonado indicó además que el resto de las operaciones serán dadas a conocer oportunamente.

Otra seria complicación se reflejará en los pasos fronterizos y puertos. Así lo indicó el presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios de Aduanas, Jorge Thibaut.

Mientras José Pérez, presidente de la Agrupación de Funcionarios de la Dirección General de Aeronáutica, indicó que serán varios los inconvenientes que se presentarán en los aeropuertos del pais.

Asimismo, la Confederación de Trabajadores del Cobre también respaldó la paralización junto a otras organizaciones sociales, estudiantes, sindicatos y otros gremios de trabajadores.

Por último, la ANEF llamó a los usuarios de organismos estatales a que no acudan a los servicios públicos. Los trastornos llegarán también en la mayoría de los centros de salud donde sólo habrán turnos éticos.