El Papa Benedicto XVI pidió este sábado a centenares de seminaristas que “no se dejen intimidar” por un entorno en que se “pretende excluir a Dios” y volvió a defender el celibato para los sacerdotes, durante una multitudinaria misa en la catedral de la Almudena de Madrid.

“No os dejéis intimidar por un entorno en el que se pretende excluir a Dios y en el que el poder, el tener o el placer a menudo son los principales criterios por los que se rige la existencia”, afirmó el Santo Padre durante su homilía ante unos 6.000 seminaristas que acudieron al templo madrileño.

“Puede que os menosprecien, como se suele hacer con quienes evocan metas más altas o desenmascaran los ídolos ante los que hoy muchos se postran. Será entonces cuando una vida hondamente enraizada en Cristo se muestre realmente como una novedad y atraiga con fuerza a quienes de veras buscan a Dios, la verdad y la justicia”, añadió Benedicto XVI.

El Papa, que llegó a la catedral de la Almudena tras confesar a cuatro peregrinos participantes en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), aprovechó su intervención ante miles de seminaristas para volver a defender el celibato.

“Vuestro corazón ha de ir madurando en el Seminario, estando totalmente a disposición del Maestro. Esta disponibilidad, que es don del Espíritu Santo, es la que inspira la decisión de vivir el celibato por el Reino de los cielos, el desprendimiento de los bienes de la tierra, la austeridad de vida y la obediencia sincera y sin disimulo”, añadió el Santo Padre.

El Papa Benedicto XVI ofició esta misa en la Catedral de la Almudena, consagrada por su predecesor Juan Pablo II, ante miles de seminaristas, muchos de los cuales siguieron la ceremonia desde el exterior, en la explanada que se extiende entre la entrada al templo y el Palacio Real de la capital española.

Tras la ceremonia, en la que anunció su intención de proclamar doctor de la Iglesia al santo español Juan de Avila, el Pontífice se dirigió en el papamóvil a la residencia del cardenal-arzobispo de Madrid para un almuerzo, antes de que en la tarde tenga el acto central del día con una vigilia de oración con miles de jóvenes en el aeródromo de Cuatrovientos, en las afueras de Madrid.