La selección japonesa de fútbol femenino hizo historia este domingo en Fráncfort al derrotar a Estados Unidos en los penales (3-1 tras 2-2) de la final del Mundial, culminando la gran sorpresa y llevándose su primer gran título en esta disciplina.
En la tanda de penales decisiva, los errores de Shannon Box, Carli Lloyd y Tobin Heath en los tres primeros lanzamientos estadounidenses, ante una gran arquera Ayumi Kaihori, decidieron el título a favor de las asiáticas, que sólo fallaron uno, el de Yuki Nagasato.
En el tiempo reglamentario, Alex Morgan había adelantado a las norteamericanas en el minuto 69 y Aya Miyama había puesto el empate provisional en el 81, forzando así la prolongación.
En ésta, Abby Wambach (104) de nuevo de cabeza logró el 2-1 y su cuarta diana en el Mundial, en lo que parecía una sentencia, pero Homare Sawa, que arrebató la Bota de Oro a la brasileña Marta al sumar su quinto gol, puso el 2-2 en el 117 y obligó a decidir el título en los penales, en los cuales las ‘Nadeshiko’ tuvieron más acierto y alcanzaron la gloria por primera vez.
Tras ganarse la etiqueta de revelación eliminando en las rondas previas a dos gigantes, a las anfitrionas y vigentes bicampeonas, Alemania, en cuartos, y a Suecia en semifinales, las asiáticas derribaron al número uno del ránking de la FIFA y ganador del oro en los dos últimos Juegos Olímpicos.
Japón se convierte así en el cuarto país, tras Estados Unidos (1991, 1999), Alemania (2003, 2007) y Noruega (1995) en inscribir su nombre en el palmarés de esta competición, en la que nunca hasta ahora había conseguido superar los cuartos de final.
La hazaña japonesa parece terminar con la ‘maldición’ que perseguía a Japón ante Estados Unidos en categoría femenina, ya que nunca le había ganado, ni en penales ni en el tiempo reglamentario en sus 25 confrontaciones anteriores.
Estados Unidos quedó por su parte a puertas de su objetivo de ser el primero en lograr tres títulos, lo que le hubiera permitido desnivelar la igualdad actual con Alemania en el palmarés y quedar en solitario a la cabeza.
El dominio estadounidense en la primera mitad fue casi absoluto y no tardaron en llegar las primeras ocasiones.
Megan Rapinoe dispuso de la primera en el 18, cuando recibió escorada en el área, casi pegada a la línea de fondo, y probó casi sin ángulo, enviando el balón al exterior del palo (18).
La mejor oportunidad llegó en el 29, cuando Wambach se fue en un contragolpe, pisó el área y envió con maestría un impresionante zurdazo que se estrelló en el larguero (29).
Las niponas, maniatadas y que no podían desplegar el juego de toque que les ha ganado comparaciones con el estilo del FC Barcelona a lo largo del torneo, mejoraron en el último cuarto y tuvieron como acercamiento más peligroso un pase de Shinobu Ohno para Kozue Ando (31), que controló bien la arquera Solo.
En la segunda mitad, el primer gol llegó en el 69, con un contragolpe que emprendió la joven Morgan, la ‘niña prodigio’ de Estados Unidos, que recibió un balón en largo de Rapinoe, casi al límite del fuera de juego, y en el cara a cara con la arquera asiática no falló.
Con el marcador y el cronómetro en contra, Japón se fue arriba y se ganó el derecho a seguir soñando con el empate 1-1, obra de Aya Miyama, que aprovechó un mal rechace en el área de Alex Krieger y batió a Hope Solo (81), forzando la prolongación.
En la misma, Estados Unidos mostró más hambre de gol y los 1,81 m de estatura de Wambach (104) sirvieron para lograr el 2-1 de cabeza, pero Sawa forzó los penales igualando en el 117, tocando con el pie en un saque de esquina, y los dioses del fútbol se aliaron con Japón en los lanzamientos definitivos desde los doce pasos.