Sin recurrir a la manida calculadora, la “Roja” ya está en cuartos de final. Y lo está antes que otros, que los colosos Argentina y Brasil que aún deben jugar su último partido en la ronda de grupos. Pero hoy todo es alegría en el entorno del equipo de Borghi, una alegría promovida -precisamente- por el juego de un cuadro que a despecho de ciertas zonas erróneas, como el marcador izquierdo que debería ser Vidal, con Carmona al medio junto a Medel y el trabajo de Beausejour que tiene claros y oscuros… no claudica en un afán que viene del periodo anterior y que es común a Borghi, aunque usando otras vías y más elaboración: atacar.

Por José Manuel García

Haciendo el repaso de la última media hora ante Uruguay -aquella en que Valdivia y el fútbol de la “Roja” sí existieron- quedan claras algunas cosas: lo que hace el volante del Palmeiras marca la diferencia y a rendimientos físicos similares quizás él y no Fernández sería el titular. O ambos, como en uno de los tantos modelos de Colo Colo bajo la tutela del “Bichi”. Pero con “El Mago” en la cancha, aparecieron los espacios (él los fabricó) y llegó el gol. Además, y gracias a esa capacidad para retener la pelota y “salir” por donde no lo esperan, asunto que el DT resaltó en la conferencia, Valdivia forzó las faltas de los zagueros charrúas cerca del área. O sea, una variante más.

De todas formas, y aún valorando lo que el equipo jugó con Valdivia en cancha, hay que ser claros: hasta donde sé, sólo Uruguay en 1987 ganó la Copa en dos partidos (esa vez venció a Argentina y Chile, en ambos casos 1-0, luego de entrar en semifinales a la competencia). Digo esto para contrastar y contrariar la inveterada costumbre nacional por buscar favoritos, ganadores y campañas de ensueño cuando falta trecho por recorrer. De hecho, si de finales se trata, faltarían al menos ¡3 partidos! para entrar a tener la copa a la vista… y ya tocarla sería otra historia. Por eso, calma y certeza para analizar, no vaya a ocurrir que los brindis terminen siendo ajenos.

Y en cuartos, ¿quién? Si Chile gana su serie (lo que puede suceder, aunque hay que esperar para ver qué opondrá un “zorro viejo” como Markarián) lo aguarda el segundo del grupo B: hoy el líder de esa serie es Venezuela (4); después asoman Brasil y Paraguay (2 puntos cada uno). Por muy mal que esté, Brasil le debe ganar a un Ecuador (1) que no sabe definir. Tal vez lo haga por varios goles, y Paraguay impondrá sus términos ante los “llaneros”, que son un buen equipo, pero con menos manejo y desarrollo que los albirrojos. Según cómo venza Brasil, Paraguay (segundo si gana por menor diferencia) sería el adversario de la “Roja”. El equipo de Martino, un cuadro muy trabajado, de escuela Bielsa, con delanteros que tienen potencia, físico y remate, asoma como un contrincante de exigencia superior. Recordemos lo que hizo en el Mundial (instancia en que llegó a cuartos y perdió con el campeón España) y ahora mismo, el sábado, los problemas que le causó a los dirigidos de Mano Menezes. Por eso, hasta los cuartos de final es donde me animo a mirar. No digo que no podamos hacer más.

Lo que planteo es que después de Uruguay y el muy combativo Perú habrá que redefinir para qué está la “Roja”. Pero por ahora hay una certeza que resume las virtudes de los dos partidos que jugó hasta acá: repertorio para soñar parece sobrarle.