Japón realizará pruebas de resistencia en todas sus centrales nucleares para verificar su nivel de seguridad tras la catástrofe de Fukushima, anunció este miércoles el ministro de Economía, citado por agencias de prensa.

El ministro de Economía, Comercio e Industria, Banri Kaieda, anunció el plan al asegurar que habrá suministro eléctrico suficiente durante el verano (boreal), dijeron las agencias Jiji Press y Kyodo.

Luego de que un tsunami gigante provocara el 11 de marzo pasado importantes fugas radiactivas en la central de Fukushima Daiichi (Fukushima N°1, noreste), las autoridades de las distintas regiones de Japón donde hay reactores expresaron su inquietud por la seguridad de las instalaciones.

Ninguno de los reactores detenidos para mantenimiento después del accidente del 11 de marzo volvió a ponerse en marcha a causa de esas inquietudes, lo que redujo drásticamente la producción de electridad.

Antes de la catástrofe de Tohoku (noreste), las centrales nucleares aportaban aproximadamente un 30% del consumo eléctrico de Japón, un porcentaje ahora muy reducido ya que sólo están en funcionamiento 19 de los 54 reactores.

Las autoridades impusieron un reducción de 15% del consumo de electricidad a las empresas y a las administraciones públicas en las regiones de la megalópolis de Tokio y de Tohoku, para evitar que la tensión en la red provoque cortes en el suministro.

La medida es válida para todo el verano, un período tradicionalmente de alto consumo debido al funcionamiento de los acondicionadores.

En torno a la central de Fukushima fue establecida una zona prohibida en un radio de 20 kilómetros, pero otras ciudades o pueblos situados más allá de dicha zona siguen recibiendo partículas radiactivas.

El costo de esta catástrofe, la más grave ocurrida en Japón desde la Segunda Guerra Mundial, fue estimado en 250.000 millones de euros (aproximadamente 362.500 millones de dólares).