La Iglesia católica colombiana pidió el lunes al líder de la guerrilla comunista colombiana FARC, alias Alfonso Cano, que se entregue a las autoridades, y ofreció facilitar un proceso de diálogo con los insurgentes si el gobierno del presidente Juan Manuel Santos la autoriza.

“A Cano le extendemos la mano, la mano de hermano colombiano para que podamos lograr la paz, de lo contrario, esto se nos va a recrudecer”, dijo el secretario de la Conferencia Episcopal, monseñor Juan Vicente Córdoba.

“La Iglesia católica está dispuesta a dialogar, a hacer de facilitadores si el presidente (Santos) lo permite”, agregó.

En tanto, el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Rubén Salazar, abogó por buscar salidas pacíficas al conflicto armado colombiano de casi 50 años, con las que se evite el uso de la violencia.

“Lo ideal sería que viviéramos verdaderamente la paz, que no hubiera insurgencia armada y el Estado procurara por todos los medios la justicia en todos los campos. Nuestro mensaje ha sido siempre que por favor cese el conflicto”, dijo Salazar en una rueda de prensa.

“Creo que Colombia ha evolucionado en los últimos años lo suficiente para que haya una verdadera concertación, un diálogo, que todos participen verdaderamente en la construcción de un país mejor”, añadió.

La invitación a Cano para que se entregue se da en momentos en que las autoridades desarrollan intensos operativos para capturarlo.

Cano, cuyo verdadero nombre es Guillermo León Sánchez Vargas, quien asumió la jefatura de las FARC tras el fallecimiento por muerte natural de su fundador Manuel Marulanda, alias Tirofijo, el 26 de marzo de 2008.

El mandatario colombiano reveló el domingo que Cano, quien cumplirá 63 años el próximo 22 de julio, estuvo “a punto de caer” el pasado jueves en un operativo militar en su contra en el sur del país, gracias a información suministrada por guerrilleros cercanos el jefe rebelde.

Santos ha condicionado la apertura de un diálogo con la guerrilla al abandono del secuestro, el cese de los ataques contra la población civil y del reclutamiento de menores de edad.

Las FARC, con 47 años de lucha armada contra el Estado colombiano, es la guerrilla más antigua del país y actualmente cuenta con unos 8.000 combatientes, según el Ministerio de Defensa, luego de que en la década pasada llegara a tener entre 11.000 y 17.000 integrantes.