La selección de fútbol de Argentina estuvo muy lejos de parecerse al FC Barcelona en el sorpresivo empate 1-1 con Bolivia en el inicio de la Copa América-2011, mientras que el astro Lionel Messi sigue sin mostrar con la albiceleste la capacidad que despliega en el club catalán.

Contra todos los pronósticos, Bolivia logró en cambio un excelente resultado en base a un organizado esquema defensivo que anuló casi todos los intentos de la temible ofensiva argentina liderada por Messi.

“Hay cosas por mejorar y lo sabemos, pero el dibujo táctico no lo vamos a cambiar. Nuestro déficit fue perder la pelota y además Bolivia hizo bien las cosas”, sentenció Batista tras el partido en el Estadio de La Plata (62 km al sur de Buenos Aires).

La helada noche en La Plata, con una temperatura de 3 grados centígrados, se transformó en polar cuando el brasileño nacionalizado boliviano Edivaldo Rojas puso a su equipo en ventaja a los 47 minutos.

Sin embargo, el equipo verde dirigido por Gustavo Quinteros hasta pudo haber ganado el partido inaugural de la Copa si el delantero Marcelo Martins acertaba un mano a mano con el portero Sergio Romero.

“Tengo claro el objetivo de las eliminatorias (al Mundial Brasil-2014) y este empate ante Argentina nos viene muy bien para la motivación del equipo. Vinimos a jugar bien la Copa y en ningún momento vine pensando en perder ante Argentina”, dijo Quinteros, cuyo equipo enfrentará a Costa Rica en la segunda fecha del Grupo A.

La albiceleste tenía el balón pero hizo todo lo contrario a la pretensión de su técnico Sergio Batista de que el equipo imite los movimientos del Barcelona para aprovechar a pleno las virtudes de Messi, considerado el mejor futbolista del planeta.

En lugar de tocar la pelota con paciencia y esperar el momento para golpear, como sí lo hace Barcelona, la ofensiva argentina, sobre todo Carlos Tevez (Manchester City/Inglaterra), se empecinó en acciones individuales que terminaron chocando con un vallado boliviano.

“Ellos se cerraron atrás y no pudimos entrar, no era lo que esperábamos, nos vamos tristes, ahora sabemos que los partidos que vienen los tenemos que ganar”, admitió Messi al término del encuentro por el Grupo A.

Sólo el ingreso del autor del gol argentino Sergio ‘Kun’ Agüero (Atlético Madrid), quien reemplazó a un intrascendente Ezequiel Lavezzi (Napoli), le dio una cuota de frescura a un equipo que se desmoronaba en la impotencia.

Si Argentina no se pareció en nada al equipo catalán, Messi tampoco exhibió algo de su magia la noche del viernes con la albiceleste.

El delantero de 24 años mantiene el estigma de no poder repetir con la albiceleste las actuaciones que exhibe en el FC Barcelona y que arrastra desde Sudáfrica-2010, donde no pudo anotar tanto alguno y además Argentina, entonces dirigida por Diego Maradona, dejó el Mundial con una goleada 4-0 contra Alemania en cuartos de final.

La selección argentina debe mejorar, y mucho, ante su próximo rival Colombia, el 6 de julio en Santa Fe (centro), si quiere quebrar en casa una racha negativa de 18 años sin lograr título alguno, el último de ellos obtenido en Ecuador-1993.