La policía griega lanzó gases lacrimógenos el miércoles para dispersar a los manifestantes congregados ante el Parlamento, que debe votar de un momento a otro un plan de austeridad fuertemente criticado por la población, constató un periodista de la AFP.

Manifestantes no muy numerosos pero muy determinados se dirigían al centro de la ciudad para intentar oponerse al voto, rodeando simbólicamente el parlamento.

La policía dispara granadas lacrimógenas para impedir que los manifestantes se acerquen a la Plaza Syntagma frente a la sede del parlamento.

La intensidad de los gases era tal que muchas personas tuvieron que refugiarse en la estación del subterráneo de la Plaza Syntagma.

“Hay demasiado gas, demasiados atropellos, me vuelvo a casa”, dijo un manifestante a la AFP.

Europa tiene los ojos puestos en Atenas donde los diputados deben votar este miércoles el proyecto de austeridad, que prevé un ahorro adicional de 28.400 millones de euros en el periodo 2012-15, lo que permitiría además desbloquear créditos de la comunidad internacional para evitar la bancarrota del país.

El Partido Socialista, en el gobierno, cuenta con 155 de los 300 diputados del Parlamento. Una diputada de la oposición de derecha anunció que votará a favor del plan.