El presidente peruano Alan García se comprometió el sábado a garantizar una transición democrática pacífica al izquierdista Ollanta Humala en medio de violentas protestas antimineras en Puno, en la frontera con Bolivia, que el viernes dejaron cinco muertos y más de 30 heridos.
“Hay objetivos más importantes, el primero de los cuales es garantizar una transición pacífica y el inicio sin problemas del gobierno (de Humala)”, dijo García en una declaración a la prensa, al defender la revocación de la concesión a la minera canadiense Bear Creek, aprobada por el gobierno junto a otras normas con las que se busca poner fin a las protestas en Puno (sureste).
García denunció asimismo que hay “oscuros intereses políticos” detrás de las violentas protestas antimineras en Puno, que buscan ganar una cuota de poder para presionar al gobierno entrante de Ollanta Humala.
“Es inocultable y claro que estas acciones no son contra el gobierno que termina en unos días sino que se trata de oscuros intereses políticos que exigen una parte del poder ante el cambio de gobierno”, previsto para el 28 de julio, dijo García.