Durante esta jornada el Consejo Nacional Para el Control de Estupefacientes (Conace) entregó las cifras del IX Estudio de Drogas en Población general para la región del Bío-Bío que evidenciaron una disminución en los consumos de droga posteriores al terremoto del 27 de febrero del 2010.

De acuerdo al muestreo realizado entre noviembre del año pasado y abril del presente año existe un 3,3% de consumo de marihuana (4,2% estudio anterior). Le siguen en orden decreciente los consumos de cocaína/pasta base con 0,4% (1,0% estudio anterior) encontrándose ambas prevalencias bajo el promedio nacional para las sustancias respectivas (4,6% y 0,9%). Respecto a sustancias inhalables, estimulantes sin receta médica y alucinógenos los reportes no superan el 0,3%.

En tanto la prevalencia de último mes de consumo de alcohol de la Región es de 43,1%, existiendo un descenso de 3,4 puntos porcentuales con respecto al estudio anterior, sin embargo se mantiene sobre el promedio nacional (40,5). En este sentido el estudio reflejó que si bien el consumo de alcohol es mayor en hombres (46,9%) que en mujeres (39,5%), para los primeros se produce un descenso significativo de más de 10 puntos porcentuales, mientras que para las mujeres aumenta en 3,4 puntos con respecto al estudio anterior.

Al respecto el Director Regional de Conace Jorge Bastias Domínguez destacó que las cifras confirman que Chile cuenta con una política de prevención y tratamiento del consumo de drogas definida y equilibrada, que se ha sostenido en el tiempo. “Hablamos de una política equilibrada porque se hace cargo de las distintas dimensiones del problema de las drogas. Tan importante como prevenir y tratar, es controlar la oferta de sustancias, con el fin disminuir la disponibilidad de éstas en el país, labor que los organismos de control y el Gobierno han llevado a cabo exitosamente, este estudio muestra una baja en la oferta de drogas y menor facilidad de acceso”, señaló.

Asimismo dijo que desde Conace se destaca que la prevención del consumo de drogas, a través de una oferta integral, basada en la evidencia y con programas evaluados, son una manera efectiva de hacer frente a este problema. “La Estrategia Nacional de Drogas y Alcohol 2011-2014 lo plantea claramente, nuestro propósito es disminuir el consumo de sustancias legales e ilegales en el país, como asimismo los riesgos asociados a ello. Lo anterior, especialmente en niños y adolescentes del país y en los grupos más vulnerables, para quienes seguiremos trabajando con el fin de evitar y continuar disminuyendo en ellos el uso de drogas y alcohol”, precisó.

Por último advirtió que la tarea es seguir construyendo una política de drogas y alcohol de manera constante y decidida. “Aún cuando se registran niveles más acordes a la tendencia mundial, el uso de sustancias, la adicción y los riesgos comprobados para la salud, siguen estando presentes en nuestra sociedad” señaló.