La reconciliación palestina trastabilla ante la elección del jefe del gobierno de independientes, para la cual el Fatah del presidente Mahmud Abas apoya al primer ministro Salam Fayyad, favorito de la comunidad internacional pero rechazado por el Hamas.

Las discusiones preliminares, el martes en El Cairo, entre los dos movimientos sobre la designación del jefe de este ejecutivo transitorio así como la aplicación de otras cláusulas del acuerdo de reconciliación del 27 de abril, se anuncian entonces bastante delicadas.

Al cabo de varias semanas de deliberaciones, el comité central del Fatah se pronunció por Fayyad, un independiente, provocando inmediatamente el rechazo sin sorpresa del Hamas, favorable a un primer ministro de la franja de Gaza, bajo su control.

“La designación de Salam Fayyad por el comité central del Fatah no es más que una proposición del Fatah y todo jefe de gobierno debe ser elegido por consenso y no, evidentemente, por una de las partes”, recordó el portavoz del Hamas en Gaza, Abú Zuhri.

La elección de Fayyad daría seguridades a la comunidad internacional sobre la orientación del gobierno de independientes, si bien el mandato de éste se limita sobre todo a organizar elecciones de aquí a mediados de mayo de 2012 y a iniciar la reconstrucción de la franja de Gaza, devastada por el ataque israelí de diciembre de 2008 y enero 2009.

El 22 de mayo, el presidente estadounidense Barack Obama calificó la reconciliación Fatah/Hamas de “enorme obstáculo para la paz”, mientras que Israel, que rechaza “negociar con un gobierno apoyado por la versión palestina de Al Qaida”, en alusión al Hamas, retardó la devolución de fondos que recibe por cuenta de la Autoridad Palestina, como una manera de presión y advertencia.

En varias ocasiones, Abas ha recordado que desde 1993 la conducción de las conversaciones con Israel era resorte de la Organización par la Liberación de Palestina (OLP), que él preside, y de la cual el Hamas no forma parte.

Por el contrario, los otros miembros del Cuarteto para el Medio Oriente (Estados Unidos, Unión Europea, ONU, Rusia) acogieron favorablemente la reconciliación palestina como un factor de paz.

El lunes en Washington, el ministro francés de Relaciones Exteriores, Alain Juppe, estimó que era necesario “favorecer todo lo que puede hacer evolucionar al Hamas”.

Más allá de la cuestión teórica de las negociaciones, suspendidas desde hace más de ocho meses sin perspectiva de que se reinicien, y que no dependen del gobierno, la comunidad internacional está preocupada por mantener la herencia que deja Fayyad, acreditado por los donantes por haber saneado las finanzas de la Autoridad Palestina.

Víctima de un malestar cardiaco durante una visita privada a Estados Unidos en mayo, Fayyad se ha ganado desde hace dos años los elogios del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial, que concluyeron recientemente que los palestinos estaban listos para administrar un Estado.

Sin embargo, en caso de que persistiera el bloqueo en cuanto a su persona, podría surgir un candidato de compromiso.

El 30 de mayo, el presidente del Fondo de Inversiones de Palestina y consejero económico de Abas, Mohamed Mustafá, no excluyó asumir las funciones de primer ministro si se lo proponían, candidatura a la cual hasta ahora el Hamas no ha expresado su veto.