La entidad humanitaria Madres de Plaza de Mayo separó de su cargo a 17 empleados de una fundación tras la denuncia penal por lavado de dinero contra su ex apoderado, Sergio Schoklender, que puso a la organización en medio de un escándalo, anunció su titular Hebe de Bonafini.

“Si cometieron delito tendrán que pagar. A través de esta entrevista anuncio que acabo de separar a Pablo y a otras 16 personas. Por las dudas, para que quede todo prolijo”, dijo Bonafini al referirse a Pablo Schoklender, hermano de Sergio, en declaraciones al diario Tiempo Argentino.

La Unidad de Investigación Financiera (UIF) elevó a la justicia federal una causa por presunto fraude y lavado de activos contra Sergio Schoklender.

Bonafini precisó que Sergio Schoklender fue separado en diciembre pasado de su puesto de gerenciador y apoderado de la Fundación Sueños Compartidos que preside la líder de las Madres.

“Todos los imputados están separados porque no vamos a poner en riesgo todo, sabemos lo que hacemos, cómo podemos responder, pero la cosa está muy seria”, admitió.

La Fundación emplea a 6.000 trabajadores y desarrolla obras en todo el país, que también incluyen cinco centros de salud y un complejo con aulas y lugares de recreación, con fondos que aporta el Estado.

“Yo soy muy terminante. La Fundación de las Madres y mis hijos están primero que todo. No voy a defender nada ni voy a esconder nada”, afirmó.

Bonafini admitió que desde hace un año la relación con Sergio Schoklender no era buena.

“Hace un año empecé a tener discusiones con él porque quería convertir a la fundación en una empresa y yo no tengo ningún interés en que esto sea una empresa, quiero que siga siendo una fundación. Después de esa discusión empecé a ver cosas que no me gustaron” relató, aunque dijo que pese a ello lo mantuvo en su puesto.

“Sí, porque las obras se hacían” respondió consultada sobre si confiaba en él.

“Si el gobierno a mí me decía ‘mira Hebe, acá falta plata, esto no se hizo’… pero eso no pasaba, si no yo hubiera actuado antes. Nunca hubo una desconfianza ni nadie me avisó que faltaba plata”, explicó.

Una multitud participó el jueves último en la tradicional marcha semanal de las Madres en la Plaza de Mayo en apoyo a la entidad que desde hacer 34 años busca a sus hijos desaparecidos durante la última dictadura (1976-83).