España pedirá un “resarcimiento de los daños” causados por el “clamoroso error” alemán al vincular a productos españoles con la epidemia causada por la bacteria E.Coli, que dejó 17 muertos en Europa, anunció el jueves el jefe del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero.

No existe “ni el mínimo atisbo” de una implicación de productos españoles en la epidemia causada por la bacteria, según análisis realizados en España, afirmó Zapatero.

“Ha quedado claro con los análisis que ha hecho la Agencia española de seguridad alimentaria de que no hay ni el mínimo atisbo de que el origen de esta infección tan grave venga de ningún producto español”, aseguró Rodríguez Zapatero, en entrevista en la radio y televisión pública española.

Las autoridades de Hamburgo (norte de Alemania) habían sido las primeras en hacer recaer las sospechas del origen de la bacteria letal en pepinos españoles importados.

El presidente del gobierno español anunció además que España pedirá “el resarcimiento de los daños”, tras descartarse el vínculo entre pepinos españoles y el brote mortal de la bacteria E.coli en Alemania.

“Vamos a exigir (…) la reparación del daño causado ante las instancias que procedan en Europa, para el resarcimiento de los daños que se han producido”, añadió.

“Pediremos ayudas extraordinarias a la UE (en la cumbre extraordinaria prevista este mes, ndlr) para resarcir al sector, (ya que) Bruselas debe ser responsable de sus Estados miembros”, afirmó, por su parte, la ministra de Agricultura española, Rosa Aguilar.

La consejera (ministra regional) de agricultura de la región de Andalucía (sur), de donde provenían los pepinos inicialmente apuntados como posible origen del brote, aseguró que “sólo en el sector del pepino y desde que se inicio la crisis a este momento, se han registrado pérdidas por valor de 75 millones de euros”.

“El daño producido es fuerte, es un daño grave pero vamos a poner todos los medios para restaurarlo”, advirtió Zapatero y añadió que le hubiera gustado que la Comisión Europea hubiera tenido una reacción “más clara” y que hubiera matizado cuáles son las reglas del juego en materia fronteriza en la Unión Europea.

Tras aludir a “un error clamoroso de las autoridades alemanas”, Rodríguez Zapatero dijo que “el gobierno federal alemán debe saber que tiene la responsabilidad global ante otros Estados en Europa y vamos a pedir explicaciones muy contundentes y desde luego vamos a exigir reparaciones suficientes” por los daños causados.

En la tarde del jueves, Zapatero habló por teléfono con la canciller alemana, Angela Merkel, quien “lamentó los perjuicios ocasionados a los productores españoles” y “prometió que Alemania considerará fórmulas en el marco europeo para indemnizar a los agricultores afectados”, según un comunicado del gobierno español.

Los productores de frutas y verduras españoles, primeros exportadores en Europa, registraron en los últimos días una caída de sus ventas debido a la psicosis que se extendió en Europa sobre los productos que venían de España.

La Federación española de productores-exportadores de frutas y verduras (Fepex) evaluó las pérdidas en “unos 200 millones de euros (USD 280 millones) por semana”.

La epidemia de diarrea, que partió de Alemania y se extendió por Europa, se agravó el miércoles, con una nueva muerte que elevó el balance a los 17 muertos y centenares de nuevos casos en Alemania.

Nuevos casos siguen registrándose en el resto de Europa, sobre todo en Holanda, y hasta en Estados Unidos. Siete personas fueron infectadas por la bacteria E.coli en el Reino Unido. Todos los enfermos aparentemente habrían pasado por Alemania, o tendrían relación con este país.

La Comisión Europea levantó la alerta sanitaria decretada contra los pepinos procedentes de Almería (sur de España) que había establecido el pasado jueves “tras la denuncia errónea de las autoridades alemanas”, señaló el miércoles el ministerio de Sanidad español en un comunicado, información después por Bruselas.