En un mundo fuertemente marcado por los estereotipos de lo que es masculino y femenino, una pareja canadiense parece haber llevado al extremo la opinión contraria, tras difundir que ocultarán el sexo de su hijo para permitirle desarrollar su propia opción sexual.

Se trata de Kathy Witterick y David Stocker, quienes hace 4 meses dieron la bienvenida a su tercer retoño, Storm. Sin embargo y para sorpresa de sus propios familiares, el matrimonio decidió que ocultaría celosamente el sexo de su hijo.

De esta forma, sólo los otros dos hijos de la pareja, un amigo cercano y la matrona que lo recibió, conocen si Storm es un niño o una niña. Ni siquiera los abuelos conocen el sexo de su nieto.

“Decimos no dar a conocer el sexo de Storm por ahora, como un homenaje a la libertad y la posibilidad de elegir en vez de las limitaciones, algo que nos gustaría ver en el mundo en que Storm vivirá. Quizá un lugar más progresista…” indicaron a The Toronto Star.

No se trata de que el bebé tenga un problema en sus genitales, sino de alejarlo de los estereotipos.

“Hemos notado que los padres hacen demasiadas elecciones para sus hijos. Es algo odioso. Si quieres conocer realmente a alguien, no debería preocuparte lo que tiene entre las piernas”, aseguró Stock, quien es profesor en una escuela de enseñanza alternativa.

“Tenemos la esperanza de que si retrasamos el compartir esa información, podríamos dejar fuera un par de millones de mensajes (respecto de su identidad sexual) hasta que Storm decida y vea si quiere compartirlo”, complementó su madre.

“De hecho no se trata de que no quiera decir el sexo de mi precioso bebé. Sólo le estoy diciendo al mundo: ¿Podrían dejar a Storm dejar que descubra él o ella misma qué es lo que quiere ser?”, sentencia Witterick.

Los hermanos de Storm, Jazz y Kio, ambos varones, también han mantenido una política de enseñanza de libre elección durante sus vidas. Aunque sólo tienen 5 y 2 años respectivamente, a ambos se les permite elegir si quieren usar ropa de niño o de niña y si desean cortarse el pelo o dejárselo crecer.

Como resultado, ambos niños usan ropa de color rosa y llevan el pelo largo, lo que lleva con frecuencia a la gente a creer que son niñas. Sus padres no corrigen el error, sino que permiten a ambos niños aclararlo, en caso de que deseen hacerlo.

Según recoge Yahoo News, pese a que Jazz se viste como niña, no le gusta que lo confundan con una. De hecho, hace poco le pidió a su madre contarle a los directores de un centro naturalista donde asisten que él es un niño, aunque al mismo tiempo prefirió no asistir a una escuela común debido a que le incomodaban las preguntas sobre su sexualidad.

Ambos niños son educados bajo un modelo conocido como “des-escolarizado”, una versión de educación casera que promueve centrar la educación de los niños en su propia curiosidad. “No queremos que (su educación) sea un asunto de memorizar cosas de 9 a 15 horas, cada día de semana en un edificio con un grupo de niños de su misma edad, bajo la planificación e implementación de alguien más”, explicó su Witterick.

Independiente de ello, su madre aseguró que no se dará por vencido respecto de la “tiranía de la asignación de roles”. “Todo el mundo nos pregunta, ‘¿cuándo van a terminar con esto?’. Nosotros siempre les devolvemos la pregunta, ‘Sí, ¿cuándo va a terminar esto? Pues cuando vivamos en un mundo donde la gente pueda elegir quién desea ser”.