El impresionante inicio de temporada de 2011 del serbio Novak Djokovic, invicto tras 38 partidos después de su victoria el lunes en la primera ronda de Roland Garros, ha llevado a muchos a analizar los cambios realizados en los últimos meses, entre ellos su nueva dieta sin gluten.

Una de las personas clave en su entorno es ahora Igor Cetojevic, un nutricionista experto además en acupuntura y medicina oriental, con el que empezó a colaborar a mediados del año pasado y que está detrás de la detección de una reacción alérgica al gluten y de sus nuevos hábitos alimenticios.

Cerveza, pizza, pan, productos de pastelería o galletas son algunos de los alimentos que Djokovic ha suprimido de su dieta, declarando la guerra a las consideradas como “muertes alimentarias” en la tradición oriental: sal, azúcar, harina o grasa.

El segundo jugador mundial, que podría terminar Roland Garros desbancando a Nadal del número uno, creció precisamente muy cerca de productos que ahora no consume, ya que sus padres regentaban una pizzería en su Serbia natal.

“Ahora no puedo comer pizza, pasta y pan. He perdido algo de peso y eso me ha ayudado tanto físicamente como mentalmente”, señaló en el inicio de la temporada sobre tierra batida, cuando todos se preguntaban qué había cambiado en un jugador aparentemente imparable y que hace unos meses sí era vulnerable.

Tras ganar en su estreno en Roland Garros-2011, quitó importancia a los efectos de la supresión del gluten en su dieta, negando que tuviera una importancia determinante.

“Sólo es una de las cosas que he cambiado. No es algo esencial, que haya afectado por completo a mi juego. Simplemente es una de las numerosas cosas que he decidido hacer y que se suman a otras para conseguir resultados”, señaló al ser preguntado al respecto por los periodistas.

Pero el asunto admite otras lecturas y doctores de la Gluten Free Society estadounidense, una organización que facilita información a celíacos, han utilizado el caso de Djokovic para plasmar posibles ventajas que podría tener para un deportista declarar la guerra al gluten en su alimentación.

“Comer sin gluten favorece la absorción natural de los nutrientes, favorece la movilidad, reduce posibles inflamaciones y el tiempo de recuperación física”, señalaron sobre Djokovic desde esta asociación en su página web.

Aunque el entorno de Djokovic no es demasiado elocuente sobre este asunto y el jugador lo considera “un asunto privado”, esta temporada parece más delgado -unos dos kilos y medio según sus preparadores- y en un mejor estado físico.

En lo que va de año, el serbio no ha perdido ningún partido y se ha proclamado campeón en el Abierto de Australia, primer Grand Slam del año, y en Dubai, Indian Wells, Miami, Belgrado, Madrid y Roma.

El gluten es una glucoproteína que se encuentra en la semilla de muchos cereales y que aparece en muchos productos derivados, aunque sea en pequeñas cantidades.

Algunas personas presentan algún grado de alergia -el caso de Djokovic- o directamente intolerancia, los conocidos como celíacos, lo que fuerza en ambos casos a optar por una dieta libre de gluten, para evitar daños en la salud, principalmente en la mucosa del intestino delgado.