París es una fiesta y bien vale una misa… Primavera florida, temperatura cercana a los 23 grados durante el día, con días soleados, y apenas se mencionan posibilidades de lluvia para mitad de la semana venidera, la primera del Abierto de Francia.

Y Roland Garrós inunda las calles de la capital gala. Afiches y los negocios enmarcados con todo lo relacionado con el tenis. A través de las vidrieras se observan pelotas de tenis entre la elegantísima ropa que se extiende para ojos y disfrute de los caminantes, redes de tenis e, incluso, polvo de ladrillo esparcido entre carísimos zapatos Así vive Francia su máximo torneo de tenis y uno de sus eventos más significativos, el que cuenta para una futura gran remodelación con más de 100 millones de euros.

En este verdadero campeonato mundial de canchas lentas, París será el escenario de una épica batalla entre el número 1 del mundo por ranking, el español Rafael Nadal, 5 veces campeón (2005,2006,2007,2008 y 2010) y el mejor del año y todavía número 2 del mundo, el serbio Novak Djokovic.

No hay segundas lecturas, no se menciona a Roger Federer como el tercero en discordia. El actual momento del serbio (quien antes de llegar a París se dio el lujo de pasar por el festival de Cannes…), campeón de todo lo que jugó hasta el momento, con 4 victorias en 4 finales ante Nadal y la defensa que deberá hacer el hispano del título obtenido el año pasado (más 2.000 puntos…) le dejan, en la previa, poco margen de maniobra para irse de esta ciudad en dos semanas más como campeón y con el número uno vigente…

Nadal no dejó nada al azar. Está en París desde el martes de la semana que culmina; entrenando y metalizándose acerca de lo que viene. Djokovic se dio un respiro. Lo necesitaba y el cruce con la farándula mundial en el balneario sede de uno de los mayores festivales de cine lo habrá ayudado a olvidarse por unas horas de lo que ha escrito en las canchas de todo semestre.

Ahora viene lo mejor. Un torneo del Gran Slam, al mejor de 5 sets, con partidos largos y en la tierra que Nadal conoce mejor que nadie.

Será importante para los dos la tercera ronda. ¿Por qué? Justamente porque allí comienzan a aparecer los cabezas de serie. Y, curiosamente, para ninguno de los dos, el rival que pudiera tocarles en suerte (siempre y cuando esos rivales pasen las dos primeras etapas del torneo, claro está) aparece como sencillo. Rafael Nadal se la tendría que ver nada más y nada menos que con Nikolay Davidenko (28vo cabeza de serie) quien no solo ha criticado a Nadal por su juego “ conservador” sino que además es uno de los pocos que tiene primacía sobre el manacori: 6 victorias contra 4 derrotas…

Djokovic también deberá preocuparse: si todo le va bien, el argentino Juan Martín del Potro (25) quien a último momento decidió jugar a pesar de no estar bien físicamente podría convertirse en una muy dura piedra de sortear.

En definitiva nada será fácil para Rafael Nadal y tampoco para el serbio, quien está a pocos partidos de convertirse en el mejor del mundo en el ranking (en las canchas ya lo dijo). Pero mallorquín juega en casa…

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