La justicia española decidió este miércoles que “no se debe alterar el calendario de Liga” de fútbol, por lo que los clubes tendrán que jugar la 30ª jornada del campeonato español el 2 y 3 de abril y no podrán hacer huelga, tal como quería la Liga de Fútbol Profesional (LFP).

La juez Purificación Pujol decidió este miércoles aceptar la petición de seis clubes de primera división que habían solicitado, como medida cautelar, suspender la huelga prevista este fin de semana por la LFP.

“En consecuencia, debe permanecer inalterado el calendario oficial de la Liga en primera y segunda divisiones el día 3 de abril”, afirmó la magistrada en su decisión hecha pública este miércoles.

“Lo que acarrearía numerosos perjuicios, sobre todo a terceros ajenos al presente proceso, sería la desestimación de la medida solicitada (suspensión de la huelga) y la consiguiente suspensión y alteración del calendario oficial de la Liga establecido desde junio de 2010″, afirma el auto judicial.

La asamblea de la LFP aprobó y anunció el 11 de febrero pasado una huelga para protestar contra la obligación de difundir gratuitamente por televisión un partido de cada fecha del campeonato, que, según ese organismo, les impide ingresar 160 millones de euros anuales.

Seis clubes de primera división, Athletic de Bilbao, Espanyol, Real Sociedad, Real Zaragoza, Sevilla y Villarreal, en desacuerdo con esta medida, decidieron recurrir a la justicia para intentar anular la decisión de la LFP y pidieron como medida cautelar la suspensión de la huelga.

La juez consideró en su escrito que su decisión de suspender la huelga supone mantener una situación jurídica estable, aceptada por todos, es decir, el calendario oficial de Liga aprobado por los clubes en julio.

La LFP acató este miércoles la sentencia y como primera medida ha publicado los horarios de los encuentros del fin de semana, aunque aseguró que mantiene sus reivindicaciones.

“A pesar de las discrepancias internas (…) todos los clubess que componen la Liga mantienen las reivindicaciones expresadas al Gobierno”, afirmó la Liga este miércoles tras conocer la decisión judicial.

La Liga decidió ir a la huelga como medida de presión para acabar con el partido gratuito en televisión y reclamar al gobierno una mayor parte en la recaudación de las apuestas deportivas, aprovechando que una nueva ley del juego está en trámite en el parlamento español.

Sin embargo, los equipos demandantes consideraron que la huelga es una “medida desproporcionada, inoportuna, contraria a los intereses de los clubes, de la competición y de los aficionados y, además, contraria a la ley”.

Una ley de 1997, bautizada “Ley Reguladora de las Emisiones y Retransmisiones de Competiciones y Acontecimientos Deportivos” impuso un partido gratuito por jornada de Liga, considerando el principio del “interés general”.

La Liga sostiene que “acontecimientos reiterados, como los partidos de Liga, no pueden ser considerados de ‘gran interés o especial importancia’” y que pierden dinero derivado de los derechos de televisión por estos partidos en abierto.

“Las puertas del Consejo Superior de Deportes y el Gobierno están abiertas para hablar, pero diciendo bien claro que nosotros no vamos, entre comillas, a tocar el partido en abierto”, había afirmado la víspera el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky.

Lissavetzky, aun llamando al “diálogo”, criticó a los clubes por “amenazar con un cierre empresarial cuando hay unas deudas tan importantes con Hacienda y la Seguridad Social, cuando hay deudas con futbolistas y cuando se puede perjudicar a los futbolistas y al fútbol español”.

El traslado de la trigésima fecha habría supuesto posponer el final de la Liga, con lo que la última jornada, prevista el 22 de mayo, se habría disputado tres semanas más tarde, el 12 de junio.